¿Qué tal sus primeros meses como alcalde?
Hemos entrado como en un tren en marcha, del que poco a poco vas enganchándote y cogiendo el ritmo. Ha sido difícil, porque el PP ha decidido no colaborar, pero ya estamos comenzando a plantear cosas que llevábamos en los programas electores.
¿Qué cosas?
Por ejemplo, dinamizar el pueblo. Queremos que Albalat tenga vida durante todo el año, y para eso estamos trabajando desde Cultura, Deportes y Fiestas una programación anual. Otra prioridad es ayudar a las personas, para lo que hemos contratado a gente y acabo de firmar las bases para una bolsa social de la brigada de obras. Habíamos detectado que la oferta laboral desde el ayuntamiento no rodaba, y queremos que vaya entrando gente y dar la oportunidad de trabajar a 10 o 15 personas...
¿Cuál es la situación económica del ayuntamiento?
Tiene dos partes: La liquidez, que de momento tenemos. Pero presupuestariamente tenemos complicaciones. Los presupuestos de 2016 están siendo difíciles de cerrar. La intervención ya nos advirtió que tenemos un desfase de 300.000 euros en un presupuesto de 2,2 millones. Estamos venga a darle vueltas, mirar contrataciones... Hemos bajado a la mitad la contrata de telefonía y ADSL, hemos recortado en partidas protocolarias, en asignaciones a concejales... Pero tenemos que pagar 50.000 euros de intereses de demora por la construcción del centro cívico, hay menor ingreso de IBI urbana, hemos de devolver 90.000 euros que el anterior gobierno cogió del Patrimonio Municipal de Suelo para gasto común... Lo más cómodo sería prorrogar los presupuestos, como se hacía antes, pero no es nuestro objetivo.
¿Qué ventajas le supone a Albalat la instalación de la central de Mercadona?
De momento es un centro logístico pero ya ha supuesto un ingreso de 24.000 euros por el IBI. Si vienen las oficinas, como esperamos, evidentemente el ayuntamiento estará aquí para facilitar las cosas. Mercadona será el punto de dinamización económica del pueblo.
¿Va Mercadona a contratar a vecinos de Albalat?
Obligación no tiene y si obligáramos supongo que sería ilegal. Pero Mercadona sabe que si tiene que contratar gente, que mire en Albalat... De hecho, para hacer las obras ha sido así y es posible que cuando comience la segunda fase los vecinos puedan beneficiarse.
El PP le ha dejado el entorno del Palau bastante bonito, ¿no?
Sí, no se puede negar que el equipo de gobierno anterior ha hecho mejoras. La mejora del entorno del castillo nosotros ya la reivindicábamos hace muchos años. El resultado ha sido bueno y la gente que viene se queda impresionada. Yo entiendo que es mérito de todos pero el anterior equipo de gobierno es el que lo ejecutó.
¿Y la mejora de la calle Mayor?
Ahí se precipitaron. Había un proyecto muy ambicioso de tres millones para todo el Carrer Major. Un día, antes de elecciones nos enteramos que iban a iniciar las obras y que el ayuntamiento decía que no sabía nada, que era la Generalitat. Intentaron vender eso para las elecciones, pero fue un error porque los vecinos se pusieron en contra. No mejoraron las alcantarillas, que es uno de los principales problemas de esa calle. Ha quedado muy bonita, pero el problema sigue estando abajo.
¿Por qué están siendo los plenos tan broncos?
Hay interés para que sean así. Me cuesta un poco mantener el orden, pero porque no me gustaría llegar al punto de tener que expulsar a un concejal. Lo que no puede ser es que los concejales tengan un tiempo de intervención, y que cuando yo estoy exponiendo algo el portavoz del PP esté venga a interrumpirme. Están optando por la provocación y eso da mala imagen...
¿Sus socias del PSPV han caído en la provocación al quejarse de que usted no las defendió cuando Tamarit dijo que eran concejalas del Vogue?
Le hemos pedido a la secretaria la copia del audio para que el PSPV vea que sí se le pidió explicaciones al PP. Entiendo que en el tumulto de la gente no me escucharon, pero es un error del partido socialista. Podrían haberlo pregunta antes.
¿Sí o no a los «bous»?
La politización que ha habido de los «bous al carrer» es un error del PP y de la gente de la fiesta que les siguió. En Valencia no había problemas con los toros hasta que el PP se lanzó a eso porque siempre busca cosas para dividir. Con los «bous» pasará lo que la gente quiera. Mientras la gente quiera «bous al carrer», habrá «bous al carrer».
