El Ayuntamiento de Burjassot, en sesión plenaria aprobó una declaración institucional de rechazo al glifosfato y sustancias similares a este herbicida como productos para el control de hierbas en los espacios públicos. La propuesta, presentada a instancias de Totes amb Burjassot, contó con el respaldo del equipo de gobierno (PSPV y Compromís) y del resto de fuerzas de la corporación (PP, C´s y EU).

Tal como consta en la moción de Totes, "en los últimos años, y de forma creciente, las empresas contratadas por las instituciones para el mantenimiento de lugares públicos, como parques y jardines, carreteras, centros educativos e incluso espacios naturales, utilizan herbicidas que tienen efectos tóxicos sobre la salud y el medio ambiente, como demuestran decenas de estudios". De entre estos "venenos", cuya aplicación se produce de "manera indiscriminada", destaca el glifosfato.

Por ello, el pleno municipal ha acordado "prohibir el uso de esta sustancia tóxica y productos similares en toda clase de lugares públicos del municipio". Como alternativa para la eliminación de malas hierbas, el ayuntamiento se compromete a "sustituir estos productos por métodos mecánicos o térmicos no contaminantes" que no puedan dañar la salud de las personas ni el medio ambiente.