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Burjassot

La presidenta del mercado dimite al decidir los puestos no volver al centro

«Dónde se ubicarán los vendedores cuando el ayuntamiento emprenda en enero los obras de mejora», pregunta la exdirigente de Codemer

Los emplazamientos A la izquierda, el antiguo mercado situado en el Nucli Antic. A la derecha, las naves actuales.

Los vendedores del Mercado Municipal de Burjassot decidieron por mayoría en una consulta del ayuntamiento «permanecer de forma definitiva» en las instalaciones provisionales —entre el Centro de Salud y el parque La Granja—, y «no volver» a su histórica ubicación de la plaza Baltasar Mallent, en el Nucli Antic, entre la calle Jorge Juan y la avenida Blasco Ibáñez.

Ese mismo día, la presidenta de la asociación de vendedores del mercado y calles adyacentes (Codemer), Lola Cortina, dimitió después de ejercer el cargo durante más de 23 años. Cortina tomó esta decisión por entender que «las dos naves prefabricadas que hoy en día ocupan los comerciantes se levantaron de manera provisional hasta que se rehabilitara el mercado original», dado su deterioro.

Fue en febrero de 2010 cuando a propuesta del entonces alcalde, José Luis Andrés Chavarrías, los vendedores se trasladaron al nuevo recinto sobre un suelo que, «la Conselleria de Hacienda cedió al ayuntamiento», explicó a Levante-EMV Vicente Soria, vendedor que comparte un puesto de carnicería con su esposa, la ya expresidenta. Han transcurrido casi seis años y ahora el consistorio ha ofrecido a los puestos la posibilidad de usar definitivamente estas naves que «no dejan de ser barracones», detalló Cortina, cuando «desde un principio se instalaron con carácter transitorio».

Por su parte, Vicente Soria, «desde el respeto al resultado a la votación y a los compañeros vendedores del mercado», explicó las «cuatro opciones» que el consistorio ofreció para la consulta: «A) regresar al edificio original, sin cerrar y sin climatizar, con un coste de 0 euros; B) recinto original parcialmente cerrado, haciendo módulos climatizados de cuatro o cinco paradas, y un pasillo central abierto con un coste de 5.000 euros para cada comerciante; C) mercado original totalmente cerrado y climatizado con un coste de 18.000 euros para cada comerciante, y D) quedarse definitivamente en el recinto provisional». Soria declaró que, del «total de 19 comerciantes del mercado, cuatro no pudieron participar por carecer de la correspondiente concesión» del puesto de venta, por lo que votaron 15 de los que «cinco lo hicieron a favor de regresar al histórico edificio, según las condiciones de la opción C, y 10 se inclinaron por seguir en el recinto provisional».

Además, Soria señaló que, de entre la decena de comerciantes que eligieron permanecer en las naves prefabricadas, «cinco se jubilarán dentro de uno o dos años». También matizó que su voluntad es la de «no levantar, en ningún momento, la voz contra los compañeros» del mercado.

Finalmente, la expresidenta de Codemer, Lola Cortina y su esposo, se preguntaron «dónde se ubicarán los vendedores cuando el ayuntamiento emprenda a partir de enero las obras de mejora», a las que se comprometió tras el resultado de la consulta, para que las dos naves prefabricadas pasen de ser una ubicación provisional a una definitiva.

Y Soria cuestiona «qué pasaría si la Conselleria de Hacienda, como propietaria del suelo donde se encuentran las naves, decidiera darle al terreno un uso distinto» al actual, destinado a mercado municipal bajo la gestión del ayuntamiento.

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