Curioso es el caso de Quart de Poblet y Mislata, ambos municipios gobernados por el PSPV con mayoría. Si el municipio que gobierna Carmen Martínez aprobó el 26 de noviembre unos presupuestos de 24 millones, de los que destinará más de 8 a empleo, educación, bienestar y colectivos, en Mislata esperan todavía aprobar las cuentas durante la segunda semana de enero. Según explica el ejecutivo local que preside Carlos Fernández Bielsa, los presupuestos se están ultimando y únicamente queda un informe de la intervención municipal para remitir el borrador a los grupos.
En Burjassot tampoco se espera que el presupuesto de 2016 esté aprobado hasta ese año. Antes, la concejalía de Hacienda que dirige el socialista José Ruiz informará (espera hacerlo esta misma semana) de los detalles a Compromís, socio de gobierno desde finales de octubre. «Estábamos esperando a tener el pacto cerrado para diseñarlos —explicaba ayer Ruiz—. De todas formas, habrá pocas diferencias respecto al presupuesto anterior, que ya aprobamos con ellos y con EU. Se incrementará el nivel de cobertura social y ni subirán los impuestos ni las retribuciones del gobierno, congeladas desde 2008».
Y curioso también es el caso de Silla, que vuelve a tener presupuestos municipales tras cuatro años con las cuentas generales prorrogadas. El anterior gobierno del PP se encontraba en minoría y sólo pudo sacar adelante el primer plan económico que diseñó, allá por 2011. En esta ocasión, ha sido un cuatripartito —PSPV, Compromís, EU y Silla En Democracia— quien ha conseguido aprobarlo gracias a que disfruta de mayoría absoluta.
