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Picassent insta al Consell a actuar con urgencia para evitar que la Torre Espioca se venga abajo

El consistorio aboga por ordenar a los dueños que elaboren un proyecto para arreglar el monumento y frenar su «progresivo deterioro»

Picassent insta al Consell a actuar con urgencia para evitar que la Torre Espioca se venga abajo

El Ayuntamiento de Picassent ha instado a la Dirección General de Cultura a que adopte las medidas pertinentes para «solventar las deficiencias estructurales» y «evitar el progresivo deterioro de la Torre Espioca», un monumento catalogado como Bien de Interés Cultural que, pese a gozar de protección patrimonial desde 1993, se encuentra en serio peligro de derrumbe debido al «abandono absoluto» que padece. Entre esas medidas, el consistorio incluye ordenar a los dueños de la torre que actúen con urgencia para evitar que sufra más daños.

El ayuntamiento contesta así a la Generalitat, que recientemente le envió un oficio en el que le advertía —como administración implicada en el caso— del mal estado de la edificación. En la notificación le indicaba también la necesidad «de actuar con la máxima celeridad posible» a fin de evitar que la torre se viniese abajo, tal como Levante-EMV publicó el pasado mes de octubre. El inmueble, datado en el siglo XI y de titularidad privada, es uno de los más característicos de la comarca y, probablemente, el que más ojos contemplan por su ubicación junto a la autovía A-7, a la altura del centro penitenciario de Picassent.

Días después de recibir el oficio de la Dirección General de Cultura, el arquitecto municipal de Picassent visitó el monumento y emitió un informe en el que «constata» las graves «deficiencias» de la Torre Espioca y confirma que su «estado de abandono y degradación» es tal «que hace peligrar la desaparición de sus valores de identidad y reconocimiento monumental».

Con el objetivo de evitar que la edificación acabe viniéndose abajo, el técnico aboga por actuar sobre ella «con urgencia» para «resolver los problemas estructurales y de estanqueidad de la cubierta», recurriendo a soluciones que paralicen su deterioro progresivo» mientras «se procede a una rehabilitación integral» del histórico inmueble.

Como actuación indispensable, destaca la necesidad de «cursar una orden de ejecución a la propiedad» en la que se le requeriría la elaboración de «un estudio completo de la edificación», la «redacción de un proyecto técnico para solventar las deficiencias» y la ejecución de obras de urgencia «para evitar su deterioro».

A juicio del Ayuntamiento de Picassent, esta tarea de «intervención directa» sobre la torre vigía es competencia de la Dirección General de Cultura porque afectaría a «bienes inscritos en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano», cuya «intervención corresponde al órgano competente en patrimonio histórico», tal como subraya el informe técnico. Así, el consistorio se lava las manos y «sin perjuicio» de brindar su «colaboración», defiende que es la Generalitat la que debe tomar cartas en el asunto y «requerir a la propiedad» de la Torre Espioca que tome las medidas pertinentes para frenar el deterioro del monumento.

Sufre graves daños estructurales

El inmueble está en pie casi de milagro, a tenor de lo que se desprende del informe elaborado por el arquitecto de Picassent. En el documento, el especialista subraya una serie de deficiencias que ponen de manifiesto el mal estado de la torre vigía. Entre ellas destaca una «grieta vertical» localizada en la parte sur que «discurre desde las almenas hasta el primer tercio de altura» de la edificación defensiva. En la parte norte, «hay otra grieta de relevancia».

Alrededor de la torre, la situación no es mejor. En su base «se detecta un socavón realizado en la esquina sureste que puede afectar a la estabilidad del cerramiento», mientras que el resto de las esquinas también «deberían reforzarse». Para evitar males mayores, el arquitecto apuesta por sujetar la parte superior del cerramiento mediante un «grapado o atirantado» y, así, impedir «la apertura progresiva de la grieta». Asimismo, aconseja el relleno del socavón.

Dado que el forjado de cubierta «se encuentra muy deteriorado y en condiciones lamentables, sin la impermeabilización adecuada», el técnico municipal señala la necesidad de «colocar una cubierta provisional» que lo proteja de la lluvia. En la actualidad, el agua de las pluviales «discurre por los paramentos interiores, deteriorándolos progresivamente».

La torre, además, se encuentra «abierta» y, aunque «no se puede acceder a la parte superior» por no estar practicable la escalera y no haber ya ni forjados interiores, «debería cerrarse» por motivos de seguridad «e incluso limitar el paso a su entorno inmediato» para evitar su ocupación.

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