El gobierno local de Aldaia cambiará por completo el proyecto para el antiguo ayuntamiento que planeó el Partido Popular. La causa no es sólo que se hayan descartado los usos que preveía el anterior ejecutivo „el alcalde socialista, Guillermo Luján, convocó una encuesta donde los vecinos eligieron otra finalidad„ sino que los hallazgos arqueológicos fruto de más de cinco meses de excavaciones obligan a replantear por completo la obra.
El equipo que dirige José Ferrandis ha realizado prospecciones en casi todos los muros de las dos casas que formaban el antiguo ayuntamiento y en diversos tramos del subsuelo. Las catas han permitido establecer que ambos eran en origen un único edificio del siglo XVIII, además de sacar a la luz dos grandes arcos „uno de ellos en el patio de más de cuatro metros de ancho„ de esa época y una chimenea de enormes dimensiones, entre otros elementos.
Las excavaciones fueron ordenadas por la Conselleria de Cultura en la anterior legislatura y definitivamente aprobadas el pasado junio, dado que el antiguo consistorio está situado «dentro del perímetro de la posible alquería islámica incluida en el núcleo histórico de Aldaia», según consta en la correspondiente resolución. De la alquería se tienen noticias del «Llibre del Repartiment» pero nunca se había hallado ningún elemento ya que ésta es la primera intervención arqueológica que se realiza en el casco urbano de Aldaia.
Además, los sondeos pretendían determinar si existían elementos que debían conservarse tanto en el inmueble como en el callejón trasero y si era posible colocar un ascensor donde se proyectó, lo que ya se ha descartado.
Ferrandis explica que las prospecciones han permitido reconstruir cómo era la distribución original de las casas, confirmar que existía toda una estructura de vigas de madera en buen estado que ahora se mantendrán y localizar las ventanas y puertas originales del edificio, alterado en una reforma a mediados del siglo XX, cuando se adquirió para convertirse en ayuntamiento.
El hallazgo más «sorprendente», según el técnico, se ha producido en el patio de una de las casas, donde se localizó una perforación que había sido un pozo ciego y previamente un pozo de suministro, y cuya base, a una considerable profundidad, tiene una clara forma de bañera. El arqueólogo apuesta porque es una antigua noria que formaba parte de una red de suministro a un núcleo urbano, no sólo a una vivienda, y sus trabajos tratarán de determinar ahora si tiene origen medieval o se remonta a la etapa islámica. «De ser así, estaríamos ante el elemento más antiguo de Aldaia y la prueba de la existencia de la alquería», añade.
Aunque serán necesarios nuevos estudios para documentar esta noria y extraer conclusiones, Ferrandis apuesta por su restauración y puesta en valor, además de la colocación de una serie de paneles didácticos en este punto y en otros de la casa.
Para la concejala de Urbanismo, Mónica Trujillo, estos hallazgos permitirán «dar más valor al edificio». Por su parte, el alcalde Guillermo Luján asegura que se rehabilitarán e integrarán en el proyecto todos los elementos de valor que señalen los técnicos y la conselleria, aunque signifique corregir el proyecto. Con todo, el consistorio tiene que cumplir plazos para no perder dos ayudas de la Diputación de Valencia que suman unos 300.000 euros y ya ha solicitado prórrogas.
Otra de las conclusiones de estos primeros trabajos, de los que faltan los informes definitivos, es que las casas del callejón trasero (atzucac), no van a demolerse como se preveía inicialmente, aunque su restauración dependerá del acceso a subvenciones, señala Trujillo. Todos los hallazgos fueron presentados hace unos días a la inspección de la conselleria, que «vigila de cerca el proceso» desde donde se recomendó seguir con la excavación.
