El gobierno de Meliana, liderado por Compromís con el apoyo del PSOE, ha aprobado los presupuestos del 2016 por un total de 6.784.053 euros, 215.000 más respeto al pasado ejercicio. El incremento se destina, principalmente, a los capítulos de personal e inversiones.

El alcalde Josep Riera afirma que son unos presupuestos de «transición hacia una nueva acción de gobierno fruto del cambio político después de las elecciones de mayo». El munícipe explica que 2016 «será un año de programación y planificación del conjunto de la legislatura, y se incluyen partidas para iniciar acciones en áreas estratégicas».

Por áreas, en el ámbito social, fuentes municipales aseguran que se apuesta por los planes de ocupación y de igualdad, con una redefinición de las partidas y la correspondiente dotación económica. También se consigna el segundo plazo del programa XarxaLlibres para la creación de un banco público de libros de texto. «Se trabaja ya por la consecución de un centro de día para las personas mayores del pueblo, además de incrementar un 50% la partida de cooperación, hasta los 15.000 euros», detalla Riera. En conjunto, destacan los 478.000 euros para los diferentes programas de los servicios sociales básicos y la atención de las ayudas de emergencia social o los 830.000 euros para Educación.

En cuanto al capítulo de inversiones el presupuesto asciende a 536.000 euros. Las partidas más importantes se destinarán a viales, 130.000 euros; red de saneamiento, 90.000 euros; adecuación de los caminos rurales, 40.000 euros; rehabilitación del palacete de Nolla, 50.000 euros; o a la construcción de nichos nuevos al cementerio, con 70.000 euros.

Reducción del gasto corriente

Para el alcalde, «se trata de unas cuentas para garantizar la estabilidad presupuestaria, con la previsión de cerrar el año sin ninguna deuda financiera al liquidar los últimos 126.000 euros, y con el objetivo de cumplir la regla de gasto. Unos presupuestos que demuestran que se puede hacer política municipal de otro modo». Además, desde el consistorio resaltan que se está reduciendo el gasto corriente respecto al pasado ejercicio y con una presión impositiva menor a la de toda la legislatura anterior. «Unas cuentas equilibradas cuya gestión permitirá al equipo de gobierno la reducción del IBI en ejercicios posteriores», concluyen.