Desde hace 36 años, el alaquasero Rafael Martí Perales monta en su domicilio un espectacular belén que ha recibido diversos premios. Este año ha vuelto a presentarse al concurso del ayuntamiento y ha logrado el primer premio en la categoría de montajes de más de cinco metros con su propuesta.
Martí ha renovado por completo la estructura del belén, que este año está instalado en el piso que la familia tiene justo arriba de su negocio, la pastelería Mariper. Con unos 40 metros cuadrados y unas 320 figuras, el artesano aficionado recrea las principales escenas bíblicas y los oficios tradicionales, entre los que no falta el de panadero. Corcho, madera, paja, plantas y latas son algunos de los materiales utilizados.
Este vecino comenzó a trabajar en el montaje en febrero de 2015 y ha contado con ayuda de su hijo y un amigo, al tener que someterse a una operación. Todo el montaje tiene 20 edificios, el templo y dos torres. Arranca en la Anunciación, que tiene en la parte superior una aldea. Un barranco hace de enlace con la zona de labranza y pastoreo, y tras el río está el nacimiento. No falta el mercado con un puesto de «perolers» —la artesanía típica de Alaquàs—, la posada, el palacio que ordena la matanza de bebés o la huida a Egipto.
Heredero de una tradición que ya inició el padre de Martí en el negocio familiar, el belén premiado incluye algunas piezas adquiridas por el artesano hace 30 años, que entonces le costaron una media de 25.000 pesetas. Puede visitarse por las tardes solicitándolo en la pastelería hasta el día 10 de enero.
