El Ayuntamiento de Torrent ha decidido paralizar por completo la obra que tenía que desarrollarse en las calles Santa Anna, Sant Antoni de Padua y Mare de Déu del Rosari hasta que la Conselleria de Cultura autorice la intervención que han propuesto los técnicos municipales. Si en la jornada del lunes, la actividad de los obreros se suspendió a media mañana, aunque por la tarde realizaron una cata que arrancó adoquinado, ayer las calles no registraron ninguna actividad e incluso una de ellas se abrió al paso de tráfico rodado.
El problema surgió el lunes por la mañana cuando la inspección de Patrimonio de la Conselleria de Cultura ordenó parar las obras, dado que el proyecto significaba cubrir el adoquinado histórico de las tres calles por acabado de hormigón o de rodadura. La obra pretende acabar con el desnivel entre aceras y calzada, de forma que se construya una plataforma única, que sea más accesible a los residentes.
Pero en Patrimonio entienden que el adoquinado de ese núcleo y de otras tres calles más está protegido ya que fue catalogado en 2013 como Bien de Relevancia Local y aprobado inicialmente por el pleno, a falta de que el documento complete toda su tramitación en la conselleria y vuelva al consistorio para la aprobación definitiva.
Fuentes municipales indicaron ayer que la concejala de Desarrollo Sostenible, Inma Amat, y los propios técnicos municipales están a la espera de ser recibidos por los inspectores de Patrimonio para consensuar una solución para las tres calles.
