El pleno del Ayuntamiento de Paiporta ha decidido recuperar la gestión municipal de los cementerios. La concejala de Hacienda, Beatriz Jiménez, defendió la moción en la que se marcaba como objetivo «la ampliación de los servicios que presta la empresa municipal Espai y la equiparación mínima laboral de los empleados» que trabajan en los cementerios, una gestión hasta ahora en manos de una empresa privada.

En su turno de palabra, el concejal del PSPV-PSOE, Ricard Benlloch, denunció los hechos que se vivieron en 2013 cuando, en pleno proceso de privatización llevado adelante por el gobierno anterior del PP, se produjo un incidente en el que un ataúd cayó desde una altura de cuatro metros durante un sepelio, se rompió, y dejó el cuerpo al descubierto.

Benlloch criticó «la falta de atención y apoyo» posterior al accidente del gobierno con la familia ya que a estas alturas el proceso por reclamación patrimonial continúa abierto. Fuentes municipales indican que en el pleno, el exalcalde y portavoz popular Vicente Ibor reconoció la cadena de errores que provocaron aquel episodio y pidió disculpas públicamente a la familia.

En la moción, aprobada con los votos del gobierno (Compromís, PSPV-PSOE y Podeu) y la abstención de PP y Ciudadanos, se pedía el cambio de estatutos de la empresa Espai para que incluya la gestión de los cementerios. Los motivos son la equiparación de las condiciones de trabajo de los empleados con la plantilla de Espai, y la posibilidad de evitar situaciones como la de 2013.

El ataúd que cayó

El 13 de enero de 2013 murió en Paiporta Rafael Martínez. Al día siguiente, durante el entierro, se produjo el incidente, ya que los trabajadores municipales encargados de dar servicio al cementerio no conocían el funcionamiento y había deficiencias en la grúa elevadora. El 31 de diciembre de 2012 se había despedido a los dos trabajadores del cementerio y, mientras se producía la licitación del servicio, el ayuntamiento reubicó en el cementerio a dos empleados de ESPAI sin experiencia ni formación previa. «La familia sólo recibió una carta de condolencia remitida por el alcalde y, a estas alturas, ya como si nada hubiera pasado. Tres años después del accidente todavía continúa abierto el expediente de reclamación patrimonial. Este ha sido el apoyo que se prestó por parte de la anterior corporación», criticaron.