La brigada de Obras del Ayuntamiento de Torrent ha iniciado esta semana los trabajos de tapiado los adosados desvalijados en el barrio de la Marxadella que no llegaron a habitarse, ya que las obras de construcción se paralizaron a punto de acabarse, con el inicio de la crisis económica.
Este núcleo inacabado de ocho unifamiliares se construyó entre 2007 y 2008, junto a lo que actualmente es la parroquia de San Juan Bosco, detrás del instituto la Marxadella y el colegio La Encarnación. El conjunto en forma de «L», que disponía de sótano, planta baja, primer piso, solarium y un pequeño jardín, estaba completamente equipado.
Sin embargo a principios de 2015 las casas entraron en un proceso de progresivo deterioro, por las continuas okupaciones, destrozos y expolios que sufrieron, quedando con gran parte de sus puertas y ventanas arrancadas, sus cristales rotos, y sus equipamientos interiores robados y cubiertos de basuras y pintadas.
Consecuencia de ello, los vecinos y algunos padres y madres de alumnos tramitaron denuncias por las situaciones de peligro y molestias que ello generaba por las intrusiones irregulares, como ya publicó Levante-EMV.
A consecuencia de las reclamaciones interpuestas, se decretó por parte del consistorio, a principios de junio, una orden de ejecución para que los responsables de la promoción cegasen todos los huecos de acceso a las viviendas y al garaje comunitario. Pero la orden no fue atendida, por lo el ayuntamiento se vio obligado a colocar en diciembre una valla provisional de obra delante de sus fachadas.
El segundo decreto daba un plazo de 10 días a la propiedad para acometer las obras, que en caso de incumplirse debían dar comienzo, por parte de la brigada de obras, el 27 de enero con un cargo de 1.500 euros a los dueños. A pesar de ello, la autorización por escrito de su propietario para que los operarios accedieran no llegó al ayuntamiento de Torrent hasta el pasado viernes 29. Esta demora vino motivada porque la promotora está en proceso concursal.
