Lo único que funciona del proyecto inicial del gran auditorio es el aparcamiento subterráneo. El consistorio lo vendió en su día una empresa que ahora se encuentra en concurso de acreedores y el garaje ha pasado a manos de la Sareb, el conocido como banco malo. De las 600 plazas construidas apenas hay cien compradas o alquiladas. Además, otra empresa actúa ahora en el recinto como parking 'low cost' para pasajeros del aeropuerto. A. C. manises