El juzgado de primera instancia número 4 de Catarroja ha autorizado el internamiento en un centro especializado por motivos de salud del indigente que durante cuatro años estuvo viviendo en un parque situado en la calle Colón de Albal. El ayuntamiento logra así una solución para una situación que había causado numerosas reclamaciones de los vecinos de la zona por las condiciones en las que habitaba el hombre y los problemas de convivencia que generaba.

Un banco de madera del parque y dos sillones que recogió de la calle se convirtieron durante muchos meses en la vivienda de una persona que un día lo perdió todo. Los servicios sociales municipales trataron en numerosas ocasiones de convencerle para que permitiera ser atendido. Pero el sin techo siempre se negó a recibir ayuda tanto de los vecinos como del propio consistorio, quien en repetidas veces le ayudó y acompañó hasta una residencia, aunque sin lograr que permaneciera en ella mucho tiempo.

A los problemas de insalubridad que este hombre ocasionaba, pese a que los servicios municipales limpiaban la zona continuamente, había que sumar las quejas vecinales. Los residentes del entorno del parque presentaron numerosas reclamaciones ante el ayuntamiento, llegando a realizar una recogida de firmas para acabar con esta situación, ya que las condiciones que presentaba el entorno donde malvivía esta persona eran lamentables. Los vecinos, incluso, le ofrecieron hasta una tienda de campaña para poder afrontar el frío y la lluvia en los meses de invierno. También le llevaron comida.

Finalmente, el consistorio que gobierna el socialista Ramón Marí optó por la vía judicial para que debido a su estado de salud fuera obligado a ser internado en un centro especializado. Primero se puso el caso en conocimiento de la fiscalía y tras una exploración del indigente y la revisión de su expediente, la jueza de Catarroja emitió una resolución el pasado doce de enero en la que considera «necesario el internamiento en un centro especializado de la tercera edad». Desde el Ayuntamiento de Albal se mostraron «muy satisfechos al ver que esta persona está atendida como corresponde, además de acabar con el malestar de los vecinos». A su vez, explicaron que es la Generalitat la que cubre los gastos de su ingreso en la residencia.