Sentados en los mismos escaños que ocupan los concejales que rigen los destinos de Torrent y en el salón donde los mayores debaten las propuestas del mundo fallero, presidentes y falleras mayores infantiles de las comisiones celebraron el miércoles un pleno en el que preguntaron sobre monumentos, comisiones o la cabalgata.
Aunque es innegable que algunas de las preguntas tenían sombra adulta, la frescura y espontaneidad de los niños dio cierto juego y pusieron en más de un aprieto a los vocales de la mesa: José Antonio Castillejo, edil de Seguridad Ciudadana; José Vicente Mora, vicepresidente de Junta Local Fallera; y Jorge Ramírez, artista fallero. La fallera mayor infantil Carla Pallardó actuó como presidenta.
En el primer punto del día fue sobre monumentos. Los pequeños mostraron interés por los materiales y su evolución. «Por qué se usa tanto el corcho si contamina», cuestionó Adrià Barberà, de la falla la Cotxera; o «Cómo afectan las nuevas tecnologías a la elaboración de la falla», preguntó Paula Gil, de Plaza Concordia; mientras que Paula Giménez, de la Avinguda, interpeló «por qué no se cuenta con la opinión de los niños para hacer la falla». A Jorge Ramírez se le acumulaba el trabajo. «El corcho es más fácil y rápido de modelar y las nuevas tecnologías permiten arriesgar más y avanzar en el trabajo como un robot que corta una pieza de corcho en el modelo que tu quieres», explicó el artista, que admitió que «hay falta de comunicación entre el artista y la comisión». Por su parte, Alejandro Vilata, de la falla Benemérita, preguntó por la ausencia de un monumento municipal. «Hay muchos vecinos que atraviesan una etapa complicada y el ayuntamiento ha decidido sacrificar ese gasto para destinarlo al que lo pasa mal. Seguro que cuando la cosa mejore el equipo de gobierno que esté deberá volver a analizarlo», aseguró el edil Castillejo.
Pero fue en el punto de Comisiones donde los niños fueron a 'hablar de su libro'. «Por qué si las fallas son tan importantes tenemos colegio», cuestionó Adrià, que se llevó la ovación del pleno, abarrotado de madres, padres y cortes de honor. «Es una competencia autonómica aunque vamos a intentar que se tenga en cuenta», afirmó el edil. «Y por qué nos obligan a cerrar las carpas a las 3.30 horas y otras fiestas las cierran más tarde», segunda ovación de la noche para Claudia Miquel, de Parc de Trénor. El concejal de Seguridad indicó que existe una normativa que «hay que cumplir» aunque admitió que «un pajarito me ha dicho que hay una fiesta muy arraigada los últimos años con la que parece que se es más generoso en los permisos, pero seguro que nuestro concejal„en referencia a Alfred Costa„estará atento para evitar privilegios».
«No creéis que hay muchas fallas en Torrent y si hubiera menos serían de mayor calidad», interpeló Raúl Tornero, de Zaragoza. «Es un debate que está en la calle pero todos queremos una falla debajo de casa. Debemos debatir si queremos menos fallas pero más fuertes que sería bueno para monumentos y la fiesta», apostó el miembro de JLF.
También la polémica de las bandas saltó al pleno. «Por qué hay fallas que la llevan y otras no», preguntó Paula Giménez, de Avinguda, a la que le traicionó el micro abierto como a los políticos y se pudo escuchar un «que mala soy», que desató las risas de los presentes. La fallera mayor Carla Pallardó, con naturalidad, explicó: «En mi falla se levantó la mano y se hizo lo que dijo la mayoría». «Y por qué se eliminó la bandera de España por la valenciana», apuntó Núria García, de Sant Roc. «Se debatió en un congreso fallero y se aprobó una enmienda que presentó una comisión«, recordó Mora.
En ruegos y preguntas, Alejandro Vilata, de Benemérita, criticó que no haya presidente infantil y mayor de Torrent. «Sería una buena idea para que nos acompañarán a Carla y a mí en todos los actos», afirmó Noelia Peinado, fallera mayor de Torrent, que se incorporó a mitad de sesión. La joven admitió que a la figura masculina no se le da la importancia de la femenina.
