Presionar a los gobernantes, colaborar con organizaciones no gubernamentales, tratar de conocer el conflicto a través de los propios refugiados, consumir energías limpias para evitar las intervenciones militares por el control del petróleo, no trabajar con bancos que tengan sus fondos en el negocio de las armas o plantearse la insumisión fiscal argumentada.

Éstas son algunas de las acciones individuales y colectivas que un ciudadano de a pie puede realizar en favor de la paz o, al menos, para no contribuir a la guerra, en opinión de la politóloga Gabriela Levato y el pacifista Carlos Pérez, los ponentes del coloquio que organizó el colectivo Alaquàs Debat. Con el lema «Guerra, Pau i Refugiats», el grupo convocó en su segunda cena a más de sesenta personas, vinculadas a entidades locales, el empresariado y la política, entre ellos el presidente de la Fundació Horta Sud y el Fòrum d'Opinió de Torrent, Alfred Domínguez.

Excesivo gasto en armamento

Pérez alertó sobre el falso concepto de paz que se promueve desde los Estados vinculado a intervenciones militares para mantener la seguridad y también defendió que el pacifismo es también contrario a la pasividad. Además, insistió en que en un mundo global «la guerra no es cosa de otros, es cosa de todos» porque las repercusiones de los conflictos armados acaban trasladándose a Europa. También cuestionó la cantidad de recursos económicos dedicados a investigar para la producción de nuevo armamento «con el que se podría escolarizar a niños de todo el mundo».

Por su parte, Levato describió con crudeza la situación actual de los refugiados sirios y recordó que tienen derechos internacionalmente reconocidos en diversos tratados que se están vulnerando «y cuando un estado democrático se salta derechos universales, no es un estado seguro», además de criticar la actuación de la Unión Europea «empeñada en poner trabas para que vengan porque claramente no los quieren aquí». La politóloga defendió un cambio social que ha de pasar por una educación integral en la paz y una actitud más exigente con los gobernantes «porque muchos de ellos nos avergüenzan».