Que Sofía Soler tiene estrella es innegable. La sola presencia durante unas horas de la fallera mayor infantil de Valencia en su municipio para realizar el reportaje central del Extra de Fallas de l'Horta de Levante-EMV puede revolucionarlo. Frente al Ayuntamiento de Quart de Poblet, en la Plaça de l'Esglèsia o en su casal. Saludos, besos, abrazos, fotos, selfies... todos quieren acercarse a ella. Y la niña, con la sonrisa permanente en el rostro, devuelve el cariño que día tras día le brinda una localidad que ha pasado a la historia por tener a la primera máxima representante de las fiestas falleras de una comisión de un sector que no esté enclavado en la ciudad de Valencia.

Cuando Sofía Soler aparece en en la explanada del Ayuntamiento de Quart, primera parada del recorrido, las decenas de presentes congregados la reciben con un aplauso. «Guapa», «Sofía!!!!», «chica, que guapa vas»... Son falleros de su comisión General Asensio-M. Solferi y de otras del municipio, además de curiosos que se quedan al ver el revuelo. «Me alegro mucho que la fallera mayor de Valencia sea de Quart», afirma Carmen Lorente, un mujer de 78 años de la falla Carrer Alacant y que con su forro polar rojo fue la primera en acudir a la cita.

Y como su cargo lo requiere, sube al balcón municipal. La alcaldesa Carmen Martínez la recibe. Se besan y la niña saluda desde lo alto de la Casa Consistorial. Los móviles echan humo. Todos quieren inmortalizarla. «La gente es muy cariñosa conmigo. Siempre que ven me preguntan qué tal me lo estoy pasando y que disfrute a tope estas fallas», comenta Sofía. Y ahora le espera un mes de infarto empezando el domingo por la Crida. «Ya tengo preparado lo que voy a decir», dice.

La niña se despide de la alcaldesa, sale del consistorio y una avalancha la rodea. Niños, mayores... fotos y más fotos. Sofía siempre tiene un gesto para los más pequeños. Los besa, les toca la mejilla, los abraza...

De camino a la Plaça de l'Esglèsia se cruza con sus compañeras de clase en el colegio Purísima Concepción. «Sofíaaaa», gritan. «Ahora cada vez puedo quedar menos con ellas. Cada dos semana quedamos a cenar pero ahora ya no puedo ir», dice la fallerita con cierta resignación. «Y nosotras también la echamos mucho de menos ahora que viene menos a clase, sobre todo a gimnasia», comenta una de las niñas.

La comitiva llega a la Plaça de l'Esglèsia. Los niños ya han salido del colegio y son muchos los que están disfrutando de la tarde. «Sofía, me puedo hacer una foto contigo», le pregunta un hombre. «Claro», le responde la niña.

El último punto es el casal de General Asensio-M. Solferi. Durante el trayecto Paqui Casas, la madre de la fallera mayor infantil de Valencia, tampoco pierde la sonrisa. Ni cuando el periodista le cuestiona por el estrés con todo lo que le espera en estos 25 días, con mudanza a un piso del cap i casal incluida. «La verdad es que la agenda cada vez se va incrementando más pero lo llevamos muy bien. Es muy sacrificado pero también muy gratificante», sentencia. Paqui, con 39 años de fallas a su espalda, reconoce que «no es lo mismo imaginártelo que vivirlo pero vamos a exprimirlo al máximo. Solo se vive esto una vez y a quien le toca».

Ya en el casal, Sofía se siente como en casa. Con los suyos, con los que comparte el día a día fallero. «En la falla estamos encantadísimos con ella. Es una niña supercariñosa y se lo merece. El año pasado disfrutamos con su reinado y ahora llevará su alegría y desparpajo a Valencia», comenta Mari Jiménez, de la comisión.

El reportaje completo de Sofía Soler en Quart de Poblet, el 11 de marzo en el Extra Fallas de l'Horta de Levante-EMV.