La ilusión con la que una comisión va a recoger su monumento puede acabar en desolación. Es lo que le ha ocurrido esta mañana a varias fallas: la Falla Plaça País Valencià de Picanya así como otras dos de la misma comarca, Camp arena de Alcàsser y Doctor Domingo Orozco-Bailén de Burjassot, y algunas más de la ciudad de Valencia, que al acudir al taller del artista (Juan Vilata, no perteneciente al Gremio de Artistas Falleros) a por la pieza central y el remate de su monumento se lo ha encontrado mal acabado y por pintar. Así lo cuenta el presidente de la comisión de Picanya, José Guerola, que señala que anoche «cuando fuimos a por las piezas ya las vimos sin lijar y mal acabadas, además de que les faltaba la pintura. El artista nos aseguró que hoy por la mañana lo tendría todo terminado, pero no. Cuando hemos ido el taller estaba cerrado y la persona que nos ha abierto nos ha dicho que el artista se había ido. Por suerte teníamos nuestro propio servicio de transporte y grúa y nos hemos llevado la parte del monumento que nos faltaba».

Una vez ya en Picanya con la ayuda de un grupo de grafiteros amigos de la comisión han podido ir pintando poco a poco la parte del monumento que faltaba «y mañana la tendremos plantada cuando pase el jurado», afirmaba el presidente.

La jornada fue un trasiego, casi surrealista, de falleros de las comisiones afectadas, que fueron repartiendose el material que había almacenado, dando por hecho qué partes les correspondía a cada uno. «Afectados todos como estábamos, hemos hecho el reparto con mucha tranquilidad y hermandad» decía el presidente de Olivereta-Cerdá y Rico. «Hemos estado pintando y cargando y ahora tenemos que llevarlo y plantarlo nosotros».