Son los veteranos de las fallas escolares y eso les ha dado la experiencia para afrontar cualquier tipo de proyecto. De ahí que en los años en los que manejaban un cierto presupuesto hicieron grandes monumentos y en los que han tenido que apretarse el cinturón por los recortes, han echado mano de la colaboración y el ingenio para seguir ofreciendo al barrio una falla de dimensiones considerables y muy participada.

Madres, padres, alumnos y profesorado del colegio González Gallarza («Gonga») de Alaquàs, así como sus invitados, vivieron ayer una intensa jornada de celebración fallera que culminó con la «cremà» de un monumento que en esta ocasión mide más de siete metros y cuyas escenas tienen cerca de un centenar de «ninots» elaborados por los diferentes ciclos educativos. El colegio revivió, un año más la emoción de la fiesta, a la que también asistieron las falleras mayores de Alaquàs con la Junta Local.

Recorrieron los polígonos

Según explica la directora, Pilar Vicente, durante meses han recorrido polígonos en busca de empresas que pudieran proporcionarles los elementos que necesitaban para el monumento. Así, encontraron un restaurante que les proporcionó tableros, una empresa que les dio chapas de madera y otra firma que les cedió piezas de corcho, que después trabajaron y reutilizaron.

Además, como cada año, solicitaron con meses de antelación a la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos (Emtre) la posibilidad de acudir al ecoparque de la población a por otro tipo de material como puertas y piezas de madera. «Tenemos que hacer este trámite desde que ya no es municipal pero nos atienden siempre», añade Pilar Vicente.

Como ya es una tradición, el auténtico artista fallero del «Gonga» es el conserje, Paco de la Fuente, que dirige los trabajos en los que «se ha involucrado un amplio grupo de madres». El resultado fue un simpático monumento con el lema «Febra Groga al Gonga» en el que decenas de Minions son los protagonistas del remate y las escenas. Cada ciclo ha elaborado la suya propia. El remate defendía que los profesores y profesoras son los héroes de la actual sociedad, mientras que el alumnado es un poco travieso.

La crítica explicaba que los niños y niñas de infantil reclamaron en sus escena educación para África. Por su parte los y las de primero y segundo eran «de lo más festero». El alumnado de tercero y cuarto reivindicó la vida sana con alimentación y deporte y el de quinto y sexto se considera el grupo más musical.

Fallera y presidente

Finalmente los protagonistas de las dos jornadas de actos fueron los y las escolares de sexto, que este año dejan el curso al haber completado su fase de educación primaria. Por ello, este grupo de alumnos y alumnas elige a la fallera mayor y al presidente, cargos que han recaído en Aitana Valcayo Martínez y Álex Morcillo Moratalla.