L´Antic Mercat de Torrent, proyecto estrella del anterior gobierno del PP y al que se destinó una inversión de 10 millones de euros provenientes del Plan Confianza de la Generalitat, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el actual ejecutivo que preside el socialista Jesús Ros. Hasta el punto en el que ayer el alcalde anunció que si antes de que termine el verano el consistorio no encuentra una empresa dedicada a la alimentación que quiera abrir un supermercado o negocio similar en este emblemático edificio, cambiará su uso de comercial a administrativo, en un principio para servicios municipales pero sin descartar la posibilidad de alquilarlo a empresas privadas.

Cabe recordar que las instalaciones del nuevo Antic Mercat de Torrent se inauguraron el 30 de marzo en un acto al que acudió el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra y las conselleras Mª José Català e Isabel Bonig, además de las autoridades locales. El edificio cuenta con una planta baja en el que se han instalado 21 pequeños puestos de alimentación tradicional, de un sótano en el que estaba prevista la instalación de una zona comercial, y de un aparcamiento por debajo del sótano. La primera planta se proyectó para que se instalasen negocios relacionados con la formación y la hostelería y la segunda planta dispone de una sala cívica destinada a actividades culturales y de ocio.

En la actualidad, sólo funcionan los puestos de mercado y la sala cívica. Casi un año después, y según denunció ayer Ros, ni el aparcamiento ha podido abrirse ni se han encontrado empresas que quieran instalarse en el sótano o enn la primera planta, pese a que algunas se han interesado en el proyecto. «No hemos parado de mostrar las instalaciones a cadenas comerciales, pero tiene alguna dificultad para ser ocupado», aseguró el regidor.

Entre los «problemas» que, según Ros, inciden en las dificultades para encontrar un uso comercial a l´Antic Mercat está el aparcamiento. «Es el problema más grande ya que sólo tiene 38 plazas. Con el personal que nos obliga a utilizar podríamos atender un aparcamiento de 600». Otro problema (relacionado indirectamente con la escasa capacidad del parking) es el de la ubicación, «en una zona en la que hay poca población y es complicado llegar y aparcar con el coche», según Ros.

Y el último «problema» citado por el alcalde es «que no hemos encontrado a nadie que quiera instalar un supermercado en un sótano. «Una planta sin acceso directo desde la calle, sin luz natural y con solo 37 plazas de aparcamiento no parece la opción más interesante para un supermercado o para un centro comercial», añadió. «Si todo eso no se diera, ese edificio hubiera tenido el uso que debía», aseguró.

Pero además de estos problemas de planteamiento, Jesús Ros recordó que l´Antic Mercat se inauguró a pocas semanas de las elecciones y que ha sido recepcionada pese a tener un acta negativa «porque lo que no puede ser es que aún no podamos usar gran parte de esta infraestructura por las carencias, faltas de mantenimiento y demás contratiempos que nos hemos encontrado allí desde el primer día». Entre las deficiencias detectadas el alcalde citó el mantenimiento y la calefacción, que han contribuido a retrasar la explotación comercial de la infraestructura por el desacuerdo entre el consistorio y el promotor. «Tenían prisa por hacerse las fotos y eso está dificultando la promoción del mercado. Es un desastre por las decisiones políticas que se tomaron», subrayó.