Compromís de Meliana, con su alcalde Josep Riera al frente, pedirá en el pleno de mañana la dimisión del ex munícipe Pedro Cuesta y el exregidor Enric Esteve, ambos del PP, por la sentencia del TSJ que declara nulo el acuerdo adoptado a finales de 2011 bajo su mandato por el que decidieron prescindir de la plaza de una técnica lingüística pese a que en 1997 se aprobó un reglamento para promocionar el uso del valenciano. Así lo ha anunciado esta mañana el propio Riera acompañado por el síndic de Compromís en las Corts Fran Ferri. El alcalde ha añadido que también solicitarán al PP local que asuma las costas del contencioso y que debe pagar ahora el consistorio, que ascienden a entre 2.000 y 3.000 euros. Ahora, la intención del consistorio es volver a sacar la plaza de interino a concurso aunque ahora depende de que la Delegación del Gobierno autorice ampliar la plantilla. Por este motivo, el puesto no saldría hasta finales de año, según los cálculos del alcalde.

Riera ha explicado que la "justicia ha ratificado en todas las instancias lo que Compromís defendió desde el principio por todas las vías possibles, la política, la administrativa y, finalmente, la judicial, y que el PP ignoró sistemáticamente. La supresión de dicha plaza era contraria a derecho, a la Constitución, al Estatuto de Autonomía, a la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano y al Reglamento de Promoción y Uso del Valenciano del Ayuntamiento de Meliana, aprobado por unanimidad en 1997". Además, el alcalde, sostiene que "la asunción de responsabilidades se tiene que producir en forma de dimisiones de quién entonces defendió la decisión política de este sinsentido, principalmente del portavoz de los populares, Pedro Cuesta, y del regidor Enric Esteve, también presidente de la entidad Lo Rat Penat. Los populares también tendrían que asumir el pago de las costas judiciales, puesto que en este caso el pueblo de Meliana no tendría que pagar su mala gestión intencionada".

Por su parte, Fran Ferri, ha denunciado cómo "con hechos como este se demuestra la poca sensibilidad real de los populares por el patrimonio valenciano y cómo el PP ha intentado tapar su corrupción dividiendo a los valencianos y valencianas con conflictos estériles. Este ha sido su único objetivo, intentar monopolizar la identidad valenciana yendo en contra de los parámetros de una sociedad rica, plural y diversa como la nuestra. Una sociedad que quiere vivir con libertad su identidad y afrontar con madurez democrática los problemas que nos han dejado dos décadas de gobierno del PP. Así se tiene que entender e interpretar toda la campaña del PP relacionada con la Ley de Señas de identidad, finalmente derogada por las Corts Valencianes con el nuevo gobierno y el nuevo parlamento valencianos".