Se llama Iván Alemany. Tiene 27 años y está lleno de energía aunque desde los 18 vive postrado en una silla de ruedas. Un accidente con una motocicleta le dejó tetrapléjico, con nivel tres. Es un gran dependiente con una diversidad funcional del 90 % y precisa de un respirador mecánico las 24 horas del día. En los últimos meses se ha sometido a dos operaciones y los médicos le han recomendado que adquiera una nueva silla de ruedas de bipedestación, más compleja que la actual, que cumpla sus necesidades.

El problema es que el aparato móvil tiene un coste superior a los 21.000 euros e Iván no puede costearlo. Ha recibido ayudas públicas que sufragan poco más del 50 % del importe total pero es insuficiente. El chico de Catarroja ha empezado una campaña en las redes sociales no para pedir dinero sino para dar visibilidad a su problema, ya que considera que el dispositivo móvil que necesita no es un capricho sino una necesidad.

«Yo no tengo los diez mil euros que me hacen falta para poder comprar esa silla, que ahora mismo es necesaria», comentó Iván a las cámaras de Levante TV. El joven explica que la silla «me permite cambiar de posturas, recostarme, ponerme en posición vertical y me iría muy bien». En este sentido, detalla que se ha sometido a dos operaciones y que ello conlleva una recuperación de dos meses, acostado, que le han causado heridas graves o úlceras por presión en el isquion. Su familia ha llamado a las puertas de la Generalitat para lograr que le financien el 100 % de la silla, pero no han obtenido respuesta.

Por ello, Iván ha colgado en su perfil de facebook su problema y ha obtenido una notable repercusión. «Estoy supercontento de que gente que no conozco de nada haya compartido mi caso y me manda ánimos», cuenta el joven de Catarroja. Además, ha abierto una página de change.org para recoger firmas —lleva más de 3.100— y que la conselleria de Sanitat, de Carmen Montón, y la de Igualdad y Políticas Inclusivas, de Mónica Oltra, estudien su caso para encontrar una solución.

«Lo que es muy triste, por decirlo de alguna manera, es que tenga que recurrir a estas campañas y que la Seguridad Social o Valencia no cubran estas cosas ya que necesito una silla de ruedas, no un Ferrari», dice con tono crítico.

Pero Iván sigue con su vitalidad. Recientemente acompañó al concejal de Vies Públiques de Catarroja, Martí Raga, y varios técnicos municipales en un recorrido por las calles de la localidad para detectar las barreras arquitectónicas a las que cada día tienen que enfrentarse personas con problemas. Además es campeón de Boccia, una modalidad de petanca adaptada y sueña con ir a unos Juegos Olímpicos.