El alcalde de Torrent, Jesús Ros, anunció ayer que el nuevo equipo de Gobierno socialista va a reimpulsar la protección del caso histórico del municipio, principalmente el entorno de la Torre, declarada BIC. Para ello el consistorio ha recurrido al Taller de Arquitectura y Urbanismo de Torrent, del que forman parte unos cuarenta profesionales, porque «son los que pisan la calle, están en contacto con los vecinos y son los que conocen la realidad».

El objetivo del consistorio es saber qué casas están protegidas y cuales no, calles, empedrados o edificios históricos, límites y dar una respuesta clara a los vecinos. Por ello el alcalde preguntó «qué pasa con el antiguo cine Cervantes, en el carrer Massanassa o en el carrer Sants Patrons». Ros espera que «en un mínimo de dos años lo tengamos concluido» y recordó que «esto debería haber estado hecho hace cinco o seis años».

Relacionado con el patrimonio y el texto que han firmado los cuatro grupos de la oposición (PP, C's, Compromís y Guanyant) en el que instan al ayuntamiento a conservar el empedrado de las calles Sant Anna y su entorno, Ros explicó que «estudiaremos la propuesta» desde «el punto de vista de preservar una cosa de los años 60 de valor histórico y administrativamente,7 ya que es un proyecto adjudicado ya a una empresa con una condiciones». Además, sobre la última sentencia que no obliga a los propietarios del palacete, obra del arquitecto Cortina, a rehabilitarlo, el alcalde admitió que el fallo «cambia radicalmente» la situación y es «un paso atrás en las pretensiones que todos teníamos».