Jesús Ros se mostró ayer convencido de que la resolución del Consell sobre los uniformes policiales da la razón al ayuntamiento en el proceso que ha seguido. Este documento, remitido a principios de abril al consistorio por la Agencia de Seguridad, y vuelto a enviar esta semana con determinados errores subsanados, autoriza las prendas que el consistorio ha comprado, que estaban fuera del decreto autonómico, que regula los uniformes. No obstante, añade que, en cuanto al color, «como se informó en recientes circulares» resulta de obligado cumplimiento lo establecido» en la mencionada normativa y, en concreto, para el anorak, «el color azul noche excepto de medio pecho hacia arriba, incluidas la parte superior de las mangas hasta el codo, que será de color amarillo» mientras que para las prendas de agua, la legislación establece «pantalón azul noche con una banda amarilla perimetral».

Con todo, el mandatario insiste en que su interpretación es que se autorizan las prendas aunque no se utilizarán, por el momento, por prudencia. De este modo, no tiene previsto iniciar el informe de lesividad que aprobó el pleno hasta que los técnicos se pronuncien sobre la resolución.

Por su parte, el PP critica que «Jesús Ros es juez y parte» en la comisión de investigación por los uniformes ya que no ha delegado la presidencia a pesar de tener que comparecer lo que «no es ético ni estético», como apunta su portavoz Amparo Folgado.

«El hecho de que algunos funcionarios tengan que hablar frente al alcalde y al delegado de Personal, hará que vean coartada su libertad a la hora de exponer los hechos que se investigan», apunta Folgado, para añadir que «Ros debería ceder la presidencia a otro grupo político».