Como tantas otras ciudades, el Ayuntamiento de Foios se ha visto obligado a arrancar 68 olmos situados en la avenida Hugo Bacharach desde hace décadas y sustituirlos por otra especie, moreras híbridas sin fruto.
Esta medida se ha adoptado de forma paralela a la ejecución de las obras de la canalización de agua potable y repavimentación en esa avenida. El cambio ha sorprendido a muchos vecinos aunque es cierto que existían quejas ciudadanas por el estado de los antiguos árboles.
Fuentes municipales indican que «el motivo por el que se han cortado no es otro que los olmos estaban afectados gravemente por una enfermedad conocida como grafiosis y si no se trata adecuadamente en su momento, el único remedio es talarlos».
El alcalde de la localidad, el valencianista Sergi Ruiz afirma que «el declive de estos árboles en los últimos años era más que evidente; hojas con aspecto amarillento, ramas secas, manchas, etcétera».
Aun así Ruiz, lanza una reflexión profunda y tranquila sobre el patrimonio botánico que hay en el municipio y destaca la importancia de los árboles «en nuestras vidas, por su belleza, las sombras que aportan y otras muchas más cualidades»
El alcalde indica que apuesta por un municipio con zonas verdes y por la elección adecuada de las especies para plantar, el estudio de su ubicación, y los espacios de los alrededores donde se plantan. «Es una lástima haber prescindido de los olmos que estaban toda la vida y tenían una edad considerable pero no ha habido otra solución». Ahora se ha optado por una especie más resistente para la avenida.
Foios tiene un patrimonio botánico importante con espacios tan conocidos como l Albereda y el parque Rei en Jaume. También destaca la zona de «secà» de la Lloma o el paraje de El piló de la Campana.
