Las demandas de tratamiento de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA), a la que presta apoyo el Ayuntamiento de Paterna a través Unidad de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas (UPCCA), se han reducido en un 45,5% en los menores de 18 años usuarios. Según datos actualizados, de los 22 menores atendidos en el año 2014 se ha bajado esta cifra a 12 en 2015 y a 3 en lo que llevamos de 2016.

"Es una gran noticia después de 18 años de trabajo, especialmente intensos desde 2010. Año tras año ha aumentado la demanda de este recurso de apoyo a la Atención Primaria, a petición del servicio de atención a familias y la infancia, por parte de la Fiscalía de Menores, de la Unidad de Salud Mental Infantil y últimamente desde Pediatría, para los menores de 16 años, y los institutos", valora la doctora Amparo Sánchez, fundadora, coordinadora y médico de la UCA de Paterna y actualmente Directora de Atención Primaria del Departamento de Salud Valencia-Arnau de Vilanova-Llíria.

El trabajo de un equipo, donde todos los miembros tienen un papel en la coordinación del tratamiento ha sido fundamental para lograr la reducción de las cifras, estiman en el servicio. "Hay un engranaje que funciona y, lo que es más importante, que hace sentir cómodo al usuario dentro de su complicada situación", subraya Carmina Palau, psicóloga clínica y también fundadora de la UCA.

La UCA, que atiende al año a más de 300 personas que inician tratamiento, principalmente entre los 35 y los 39 años, creó para los más jóvenes la UCA Jove-Cita Exprés, para atender a personas con conductas adictivas entre los 12 y los 20 años. Se trabaja individual y en grupo con ellos, con un seguimiento semanal, y un primer objetivo de reducir daños, de hacerles ver las consecuencias del consumo, antes de lograr la abstinencia.

"Observamos una mayor presencia de trastornos de conducta en adolescentes consumidores de droga y también a unos padres angustiados, enfrentados a una tarea educativa para la que no están preparados", matiza la psicóloga. Por eso nació también la UCA Jove-Familias, para atender a las familias de esos adolescentes. "Se realiza una actuación paralela a la de los jóvenes y se ha convertido en el lugar natural de ventilación emocional para estas familias, donde pueden hablar abiertamente de sus hijos y se les escucha y orienta. Sólo tiene sentido intervenir con adolescentes si interviene la familia, porque se establecen acuerdos y se supervisa la terapia", apunta Palau.

Al principio, a estos jóvenes se les derivaba al Centro de Día de Proyecto Hombre y la mayoría no volvían a la UCA. Ahora, el trabajo del equipo, ha conseguido que haya una continuidad en sus visitas, se ha incrementado el refuerzo motivacional para abandonar el consumo y se les prestan una atención integrada y multidisciplinar desde el punto de vista médico, del psicólogo y desde la enfermería. Para ello se ha trabajado en la sensibilización y formación del personal sanitario del Departamento, en el control de las analíticas, lo que ha facilitado la detección precoz en las consultas de Primaria. La terapia grupal con los jóvenes y las familias, donde hay incorporado un paciente recuperado que actúa como un 'hermano mayor' que abre los ojos a muchos padres, ha dado un valor añadido a la intervención.

El cannabis es la droga ilegal más consumida por estos menores. La edad de inicio es de 14,5 y acuden a tratamiento por primera vez a los 17,2 años. El consumo diario es del 2.7% (3.8% en chicos y 1.5% en chicas). Aunque el consumo en este sector de la población se ha reducido, se detecta un repunte en el consumo de riesgo. Según la Escala Cannabis Abuse Screening Test (CAST), utilizada internacionalmente, el 16% de los menores que ha consumido Cannabis en el último año corre el riesgo de padecer los problemas físicos y psicológicos que se derivan del uso de esa droga. A pesar de la estabilización en el consumo se aprecia una tendencia ascendente del consumo de riesgo.

La UCA de Paterna aplica los principios de tratamiento efectivo en adicciones publicado por el National Institute on Drug Abuse, entre ellos destaca la continuidad del trabajo con el paciente, la terapia individual y de grupo, tratar los trastornos mentales que puedan presentar de una manera integrada y la supervisión constante.