El cierre de la única piscina municipal del casco urbano de Paterna durante todo el verano que anunció el pasado miércoles el concejal de Deportes, José Manuel Mora, por las «múltiples deficiencias» detectadas por los técnicos, no ha sentado nada bien a los vecinos de la localidad, que reparten las culpas entre el anterior gobierno del PP y el actual del PSOE por su «inoperancia» ante un problema que se había detectado ya hace tiempo. Así al menos lo indicaba ayer el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Paterna (Favepa), Jesús Fernández, quien consideraba que durante este año el ejecutivo de Juan Antonio Sagredo «ha tenido tiempo suficiente para adecuar la piscina a las necesidades de los vecinos». «Y también los anteriores gobiernos tendrían que haber hecho algo antes, porque en esa piscina siempre ha habido problemas aunque se ha acabado dando el servicio», añadió el representante vecinal.

Según explicó el miércoles el regidor de Deportes, el cierre se decide tras solicitar los informes técnicos pertinentes para poder abrir el servicio en verano, y que los técnicos señalasen varias deficiencas como la excesiva profundidad del vaso, el defectuoso sistema de depuración, la presencia de grietas en el foso y otros daños en el recinto, como el de la pared de frontón, donde se ha tenido que actuar de urgencia «por el alto riesgo de derrumbe». «Las necesidades de reforma nunca han sido atendidas por el anterior equipo de gobierno del PP, cuya dejadez y falta de inversión han agravado el deterioro», aseveraba Mora.

Pero el PP contestó ayer a estas acusaciones recordando que el verano pasado la piscina abrió al público «con informes favorables de los técnicos» y que el 18 de noviembre de 2015 el actual alcalde anunció públicamente que invertiría 1,7 millones de euros en la remodelación de la piscina para mejorar su accesibilidad. «Es obvio que el gobierno socialista, una vez más, se ha dormido a la hora de programar y ejecutar esta actuación, lo que supone que se vayan a realizar en plena época estival y por tanto no podrá ser disfrutada por los vecinos», señala el grupo municipal populare en un comunicado. «La ralentización de la administración local provocada por la incapacidad del alcalde de acelerar los trámites es un problema reiterado en el año de gobierno socialista, y que empieza a ser una verdadera losa para los vecinos», añade el PP.

«No se pudo licitar antes»

Efectivamente, y tal como reconocía ayer el ejecutivo socialista, el pasado noviembre el alcalde Juan Antonio Sagredo anunció una inversión de 1,7 millones para la reforma integral de la piscina, su adaptación para parapléjicos y su uso durante todo el año. Esa inversión, según señalaban ayer las fuentes consultadas, estaba incluida en el proyecto de presupuesto municipal, que recibió el rechazo de la oposición y que Sagredo retiró a finales de 2015.

Aún así, la remodelación de la piscina se ha incluido entre las obras «financieramente sostenibles» que se acometerán gracias al superávit presupuestario. «Unas obras dio tiempo a adjudicarlas en 2015 y otras, por cuestión de plazos administrativos y legales, se comprometieron a 2016 y se están licitando la redacción de los proyectos ahora „explicaron las fuentes„. La de la piscina de la calle Manises es una de ellas».