La incomparecencia del conde de la Vallesa de Mandor, Enrique Trénor, impidió ayer la celebración del juicio contra el aristócrata y el encargado de su finca, Bartolomé Soriano, por el presunto delito de maltrato animal.

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Valencia había pedido el procesamiento del actual conde de la Vallesa de Mandor, Enrique Trénor y Lamo de Espinosa, y del encargado de la finca entre 2003 y 2006, Bartolomé Soriano, de un delito continuado de maltrato animal por el envenenamiento de al menos siete perros por la presunta colocación de cebos envenenados en el citado paraje próximo al Parc Natural del Túria.

El juicio fue suspendido después de Enrique Trénor y Lamo de Espinosa presentara un escrito pidiendo al juzgado nº 14 de lo Penal, con sede en Llíria, que que se le dispensara de comparecer argumentando su estado de salud. La petición provocó el rechazo de las acusaciones, que entienden que los motivos de salud argumentados por el acusado deberían estar refrendados por un forense y no ser aceptados «sin más».

La indignación de las acusaciones se ha acrecentado al conocer que el juicio ha sido aplazado hasta el 3 de mayo de 2017, es decir, para prácticamente dentro de un año, cuando se cumplirán 14 años desde que aparecieron los primeros perros envenenados en el entorno de la Vallesa de Mandor.

«Alguien parece empeñado en que este juicio no se celebre, pero no vamos a desistir», aseguró Enrique Montagud, uno de los denunciantes.

El juzgado de lo penal número 17 había citado al encargado Bartolomé Soriano y a Enrique Trénor al juicio oral en el que figuran como denunciantes varios vecinos de l'Eliana y Paterna que vieron morir a sus perros envenenados por ingerir cebos depositados en las proximidades de la emblemática finca. A la denuncia se sumaron también el Ayuntamiento de l'Eliana y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.

Según el escrito original de acusación del fiscal al que tuvo acceso Levante-EMV, el acusado, Bartolomé Soriano, que en el periodo entre 2003 y 2006 era encargado de la finca Vallesa de Mandor, en la Canyada de Paterna, depositó «en la zona que tiene acceso toda la población» y «con el ánimo de causar mal a canes ajenos», cebos que contenían Temik de 10 gramos, que es una formulación de Aldicarb, una sustancia prohibida por la Unión Europea desde 2003.

A consecuencia de la ingesta de este veneno fallecieron al manos 7 perros, según las acusaciones.