De titulados a autónomos. ¿Cómo iniciaron ese cambio?
Por la necesidad, que tiene cara de hereje. Ambos somos titulados. Francisco es licenciado en arquitectura técnica y yo periodista, pero hace tres años nos encontramos los dos sin trabajo, en el paro, y tuvimos que buscar la forma de seguir adelante.
¿Y qué pasó?
Da la casualidad que un día de abril de 2011 a ambos nos dijeron que nos iban a despedir de nuestros respectivos empleos. En su día supimos ahorrar. Estando en el paro aprovechamos para tener un pequeño tiempo de descanso pero, claro, ya teníamos que empezar a buscar trabajo. Pero en España las carreras con menos trabajo son las nuestras y no encontrábamos nada. Así que tuvimos que plantearnos qué hacíamos: si seguíamos viviendo de los ahorros o invertirlo en montar algo por nuestra cuenta.
¿Por qué optaron?
Hemos tenido que cambiar el chip. Decidimos emprender el negocio en el mundo de la hostelería pero dando un toque diferente. Francisco, además de arquitecto, es pianista y yo canto, así que montamos una cafetería musical.
¿Qué tramites tuvieron que realizar para montarlo?
Primero buscamos información en internet. Montar la cafetería y buscar el local más o menos estaba claro pero tienes que lograr que te concedan un préstamo, entregar papeles en el ayuntamiento... Hay que formalizar muchos trámites. Fue entonces cuando conocimos el servicio de la Mancomunitat y el técnico de allí, Andrés, nos asesoró en todo lo que teníamos que hacer. Teníamos bastante información pero queríamos asesoramiento para tratar de no gastar tanto en la tramitación.
Vamos, que ser emprendedor no es fácil...
Para nada. Ser autónomo es de lo peor que puede existir pero ante la necesidad... siempre digo que si tienes necesidad, ganas, ilusión y el apoyo que necesitas vas saliendo adelante. La hostelería está mal pero tienes que ser perseverante y consecuente. Hay días muy malos, que piensas «dónde me he metido» pero hay otros en los que la gente te reconoce tu trabajo, te da una propina, te cuenta cosas... Es una de cal y una de arena. Cuesta ser emprendedor, sí; y hay gente que lo deja, también; pero en nuestro caso, yo creo que nuestro apoyo mutuo nos hace salir adelante. Hemos pasado muchas penurias este año pero también es verdad que hemos tenido suerte.
¿Cómo es la cafetería?
Es un local musical, pero no celebramos verbenas ni espectáculos. Es un sitio elegante para que la gente encuentre un local atípico respecto a lo que hay en la zona de la Torre. Nuestras sillas y todo el mobiliario tiene tintes de los años 50. Es un sitio elegante y diferente.
¿Qué balance hace del primer año?
El primer año es para cubrir gastos y eso es de agradecer. Sueldo no hemos visto ninguno de los dos pero mientras podamos pagar los gastos de autónomo y el funcionamiento del local es suficiente.
¿Y el futuro?
Lo vemos con optimismo. Para ser autónomo debes serlo. Hay que ser perseverante y tener esa ansiedad de que mañana va a ser otro día y mejor, ya que sino cierras la persiana y lo dejas. Hemos durado un año y nos han tratado bien.
