El Ayuntamiento de Picassent lanza por cuarto año consecutivo la campaña «En estiu, cap casa sense menjar» cuyo objetivo es que e ningún niño se quede sin comer al cerrarse los comedores escolares en el periodo vacacional. El pasado viernes el Ayuntamiento de Picassent, en concreto la concejalía de Bienestar Social, aprobó destinar a este servicio 17.000 euros, 4.000 euros más que el pasado año.

Mediante esta campaña se facilita la alimentación de niños en familias con riesgo de exclusión social a través de cheques de 60 euros por mes y niño canjeables por alimentos frescos -carne, pescado, verduras, frutas, congelados-en las tres tiendas que Consum tiene en la localidad de l'Horta Sud. Ayer se firmó el convenio entre el consistorio y Consum, quienes deben ahora facilitar la impresión de los cheques. «Y en el momento que estén disponibles empezaremos a entregarlos, esperamos ya a lo largo de esta semana», informa el concejal de Bienestar Social de Picassent, Carles Silla.

El sistema de cheques fue elegido como la mejor opción de asegurar la alimentación de estos niños en el periodo vacacional que permanecen cerrados los comedores. «Considerábamos que mantener abierto el comedor en verano para solo los niños en riesgo de exclusión social podía crearles un estigma», explica Silla. Los 90 cheques «asegura la alimentación de la familia entera».