«Los que de verdad estamos defendiendo la huerta somos nosotros». Así de contundente se ha mostrado el alcalde de Alboraia, el socialista Miguel Chavarría, tras las críticas que ha recibido de organizaciones como Acció Ecologista Agró, Per l'Horta o la Unió de Llauradors por ser favorable a la celebración del macrofestival electrónico Marenostrum en la partida del Miracle, junto al paraje dels Peixets, que se ha de celebrar los días 8, 9 y 10 de julio.

El mandatario asegura que «el festival sólo se hará si tiene todos los permisos necesarios» y, en este sentido, avanza que «ya tenemos algunos y otros están en tramitación y estamos a la espera de ver qué dicen». Aunque «las competencias no están del todo claras» porque en la zona donde se realizará el macroconcierto «confluyen diversas administraciones», en palabras del socialista Chavarría, en principio el consistorio considera que son necesarios informes de Costas, Fomento, Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Júcar y Territorio. «Las administraciones están trabajando con mucha presión para emitir los informes, cuando deberían poder trabajar con independencia en los asuntos que abordan», critica Chavarrías.

Con todo, el alcalde recrimina a las entidades ecologistas como Per l'Horta o Agró „esta última organización pedía el lunes la suspensión del macrofestival„ que «hayan estado años sin decir ni pío mientras la zona se degradaba». «¿Donde estaban todos los Salvem l'Horta cuando venían a el Miracle a basuras y escombros hasta llegar al punto de degradación que llegó?», se queja el mandatario para añadir que «lo que ahora algunos llaman dunas artificiales eran montañas de porquería».

Zona de «servicios generales»

El alcalde insiste en que el área donde se va a realizar el festival «no es de cultivo ni tiene ningún tipo de protección» sino que es suelo para servicios generales, según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 1991, por lo que «es asimilable al suelo urbano».

Toda la superficie estaba «muy degradada», en opinión de Chavarrías por lo que el consistorio «no hubiera contado nunca con recursos suficientes para poner en valor». Por ello, defiende que con el festival electrónico, al que está previsto que asistan 40.000 personas, vieron la posibilidad de «regenerar por completo toda la zona» dado que la condición que se impone a la empresa es que, con posterioridad, retorne a su estado original algunos elementos y «deje todo el terreno preparado para poder cultivar».

Chavarrías considera que los ecologistas no tienen que darle «lecciones» de protección de la huerta porque «somos nosotros los que vamos a salvarla ya que el PGOU del PP iba a arrasar gran parte y nosotros estamos peleando para dejar toda aquella urbanización en un 10%».

No opinan lo mismo, no obstante, las principales entidades ecologistas, que en los últimos días están promoviendo diferentes acciones contra el festival. Como ayer informaba este diario, Agró ha pedido la paralización del macroconcierto al considerar que la partida del Miracle, donde se va a realizar «constituye uno de los escasos remanentes de terrenos de huerta litoral que se han podido salvar de la especulación inmobiliaria, que ha devastado la práctica totalidad de la costa de l'Horta». La entidad ecologista esgrimía que el Miracle «por su valor como sistema agrícola en producción y valores ambientales aparece en el Pla d'Acció Territorial de l'Horta de València como suelo no urbanizable de protección litoral, además de estar protegido en el Pla d'Acció Territorial de la Infraestructura Verda del Litoral (Pativel)».

Agró insiste en que a pesar su abandono, la partida tiene un «enorme potencial ambiental» ya que está ubicada junto a la desembocadura del Barranc del Carraixet, la Ermita dels Peixets y un pequeño cordón dunar, con lo que «constituye una isla sin edificaciones en una costa llena de urbanizaciones, polígonos y superficies comerciales».