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Las «prioridades» de la nueva política

Todo apunta que vamos a asistir a una concatenación de hechos contra todo lo que tenga una brizna de tinte religioso

Todo apunta que vamos a asistir a una concatenación de hechos contra todo lo que tenga una brizna de tinte religioso, como si ello debiera ser para los políticos de la «new age» la prioridad. Les duelen en el alma las procesiones, las clases de religión, las fiestas religiosas. Arrancan hasta de los carteles el nombre de patronales o las imágenes en cuyo honor se celebran. A un conocido artista le han dicho que haga un cartel de las fiestas de un Cristo, pero que no se le ocurra poner ningún Cristo. El cartel tiene que ser laico

La nueva izquierda sobrevenida y los partidos burgueses que se dicen de izquierdas no tienen otra preocupación, como principal espina clavada en su corazón, el paro, la pobreza, la miseria humana, los desahucios. En su escala de valores y objetivos está la obsesión contra lo religioso. Ha sido, de momento, el caso de Burjassot, donde no debe haber nada de paro, objetivo en el que deberían emplearse a fondo, y por ello, faltos de materia en que estar angustiados han promovido despojar a la Virgen de la Cabeza del título de Alcaldesa, que le fuera graciosamente concedido por una Corporación mayoritariamente de izquierdas, con alcalde socialista, en 2002, por unanimidad, por motivos culturales e históricos.

Ser un Estado aconfesional no significa ser perseguidor de lo religioso, al contrario, implica un gran respeto a todas las confesiones, a las creencias de los ciudadanos, respetar la libertad religiosa. Les debiera ser más prioritario atender la tremenda y dramática situación de pobreza y falta de trabajo existente en nuestra sociedad, realidad ante la que no hacen nada, a pesar de lo mucho que cobran. Ante su inutilidad e ineficacia de afrontar los verdaderos problemas de los ciudadanos se dedican a incendiar botes que creen cortinas de humo. A dar la impresión de que hacen algo sin pegar palo al agua.

Podrían posponer los que van de progres por la vida lo menos urgente y atacar los problemas más apremiantes. Este tipo de decisiones son engañosas y crispan aún más la sociedad que nos rodea ya de por sí bastante alterada por razones materiales y de subsistencia. Querer recuperar la confianza electoral perdida por la ineficacia demostrada organizando alharacas de épocas ya trasnochadas no conduce al bienestar social ni al bien común. Hay que actuar con sensatez, con sentido común, con honestidad y con conocimiento de causa,

El título de Alcaldesa Honoraria de Burjassot le fue otorgado a la imagen y advocación de la Virgen de la Cabeza por unanimidad de todos los grupos políticos municipales, incluido Izquierda Unida, en el año 2002, siendo alcalde el socialista José Luís Hernández Chavarrías, con motivo de las fiestas del 75 aniversario de la coronación canónica de la imagen. No es algo, pues, producto de la derecha. Si no es algo que atañe a la historia y cultura de un pueblo.

La imagen de la Virgen cuestionada data del siglo XVII, regalo al pueblo del arzobispo Juan de Ribera. En su n su almenado castillo, reconstruido en el siglo XIV, tenía el prelado su casa de descanso. La histórica imagen se salvó en la pasada guerra civil de su destrucción por quienes ya entonces la perseguían, al ser escondida en su casa por una familia del pueblo. Ella preside en su ermitorio los Silos, almacenes de trigo de la ciudad de Valencia, construidos en el XVII, 41 pozos excavados en la roca con una capacidad de 45.667 hectólitros, cubiertos por una explanada en cuyo centro hay una cruz gótica, en origen labrada por Jerónimo Muñoz en 1580.

¿Nos vamos a cargar, destruir, aniquilar, arrasar la historia, la cultura y las señas mayoritarias de identidad de un pueblo por el capricho de los minoritarios que no sólo incumplen con su papel y función social, sino que, además, desconocen y no sienten por completo la esencia, cultura e historia de un pueblo?

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