Si los agricultores se están apuntando a cultivar de forma más ecológica, los regantes no quieren quedarse atrás y pretenden contribuir de forma sostenible a la preservación del medio ambiente. Así lo han ideado los integrantes de la Sociedad Civil de Regantes Sant Vicent Ferrer de Morredondo, en Torrent, que con la instalación de una planta fotovoltaica sobre una superficie de unos 2.500 metros cuadrados para mover los motores que bombean el agua hasta la balsa de riego.
Ramón Merino, presidente de la comunidad desde hace poco más de un año, planteó a la junta la posibilidad de instalar este sistema energético para sustituir el actual suministro eléctrico. Tras presentar un proyecto con sus pro y sus contras, la propuesta salió adelante y comenzó un largo proceso para conseguir permisos y financiación.
La planta está formada por cinco filas„la mayor de 45 metros de largo y la más pequeña de siete„ con unos 700 paneles en total. La instalación será capaz de mover los dos motores de 75 cv cada uno para generar los1.500 kilovatios necesarios para bombear el agua hasta una balsa, situada a unos 2,5 kilómetros, con capacidad para unos siete millones de litros para abastecer a unas 3.200 hanegadas de terreno. «La previsión es que pueda subir unos cuatro mil litros por minuto», explica Merino.
El coste del proyecto asciende a unos 300.000 euros para los que han precisado un crédito. «Esperamos tenerla pagada en unos siete años, aunque el primero es de carencia», indica el presidente. La comunidad se financia del propio coste del agua que paga cada regante y de algunas pequeñas aportaciones de capital de sus 325 socios para gastos concretos. Por ello, durante estos siete años los agricultores seguirán pagando lo mismo por cada metro cúbico de agua „unos 15 céntimos„de tal forma que de los 75.000 euros anuales que suele ingresar por el riego „que en realidad es lo que deben pagar a la eléctrica„unos 45.000 euros se destinarán a pagar el crédito y el resto para gastos corrientes. Cuando la amortización del préstamo esté finiquitada, el coste del litro caerá a la mitad. En este sentido, Merino apunta que en 25 años el ahorro por utilizar la energía solar puede alcanzar los 3,5 millones de euros.
Pero el camino para culminar este proyecto no ha sido nada fácil. «Hemos tenido que pedir licencias en el ayuntamiento, en dos consellerias y hasta en la Confederación Hidrográfica porque pasa cerca una acequia. Sólo en la licencia de obras hemos tenido que pagar 8.000 euros», revela. En este sentido, lamenta la «falta de ayudas» para planes de este estilo ya que aunque «es arriesgado, es de futuro y contribuimos a luchar contra el cambio climático al no emitir CO2 a la atmósfera», apunta Merino. Así, indica que regantes de los alrededores están expectantes ante la puesta en marcha de la planta„prevista para finales de julio„«para ver si funciona y plantearse imitarnos».
