«El fuego lo ha arrasado todo, no ha quedado nada. Nos va a tocar empezar de menos cero. Treinta años de negocio se han ido a la puta mierda». Enrique del Olmo, gerente de la empresa EDOB Servicios y Medios, dedicada a almacenar y conservar muebles de oficina, estaba más cabreado que triste. Un incendio iniciado ayer a las 7.30 horas en el patio interior de una empresa aledaña a la suya dedicada al reciclaje, había destruido su almacén con tres décadas de historia en el polígono industrial de Alboraia. Y lo había hecho, según denunciaba del Olmo en declaraciones a este periódico, después de haber presentado desde hace tres años en el ayuntamiento varias quejas sobre la presunta falta de medidas de seguridad y la insalubridad de la firma de gestión de residuos que, al parecer, acumulaba material también en el pasillo que separa ambas naves.

«El ayuntamiento nunca ha contestado a nuestras quejas y escritos, nunca nos ha atendido. Y hoy por fin ha aparecido el alcalde y el concejal, cuando ya no sirve para nada». En EDOB trabajan unas 15 personas, muchas de las cuales no estaban en la nave de 1.500 metros cuadrados cuando llegaron las llamas. «Hemos perdido todo el material que teníamos depositado, pero hoy mismo vamos a seguir trabajando en otros sitios. El problema es que se corta el flujo de trabajo y nos costará recuperarlo», señalaba el gerente.

Junto a su nave se encuentra otro almacén, en este caso de la empresa Mar y Sombra, especializada en servicios de playa como hamacas, sombrillas y quioscos. Tras arrasar el almacén de muebles las llamas llegaron a esta nave industrial después de destruir las paredes que separan ambos inmuebles. Aunque en menor medida que la de EDOB, la nave de Mar y Sombra también ha resultado gravemente afectada por el incendio (el viento reavivó por la tarde las llamas que estaban ya controladas a mediodía), quedando prácticamente inservible, según señalaba ayer la gerente de la empresa Esther Calero. «Por suerte, en verano casi todo el material está en la playa y aquí sólo tenemos el stock, pero en septiembre habrá que buscar otro almacén».

Dudas sobre el origen

En cuanto a la empresa en la que, según los bomberos, se inició el fuego „Reciclamás„, la parte más perjudicada ha sido una nave situada junto al patio interior donde se sospecha que se produjeron las llamas. El fuego calcinó parte de las existencias y alguna máquina, pero los daños son menores que en las instalaciones vecinas. Julio Deltoro, responsable comercial de Reciclamás, destacaba a mediodía que no ha habido «percances personales, ya que todos los trabajadores han salido a tiempo», y la empresa seguirá trabajando ya que sus otras naves no se han visto especialmente afectadas por el fuego.

«Tenemos más o menos unos cuarenta trabajadores y, aunque estamos consternados y es un contratiempo importante, podemos seguir trabajando», señaló Deltoro, que negó que Reciclamás incumpla las medidas de seguridad (tal como han denunciado sus vecinos) e incluso puso en duda que el fuego se originase en su patio. «No sabemos de dónde ha salido el fuego ya que allí sólo tenemos balas de plástico y no hay cableado eléctrico que pueda dar origen al fuego».

Pero los bomberos del Consorcio Provincial sí que apuntan a que el incendio se ha originado en un patio interior de Reciclamás e incluso que fue uno de los trabajadores de la empresa de gestión de residuos los sobre las 7.29 horas alertaron de que se estaba produciendo el fuego, cuyo humo pudo verse durante varias horas desde distintos municipios de los alrededores de Alboraia. A primera hora de la tarde de ayer, y aunque el fuego no estaba extinguido (e incluso se reavivó a las 15.00 horas en una de las naves) permanecían en el lugar bomberos de los parques de Valencia, Torrent, Burjassot, Moncada y l'Eliana.

Además de desalojar con la ayuda de la Policía Local a los trabajadores de hasta ocho empresas del polígono, una de las mayores preocupaciones de los bomberos era evitar que las llamas llegaran a una fábrica de perfumes y productos de limpieza que almacena gran cantidad de material químico e inflamable y que se sitúa a espaldas de las naves destruidas por el fuego. El propietario de una firma de mármoles situada junto a la de perfumes, y que también fue desalojada, explicó que el callejón que les separa de la zona en la que se inició el siniestro ha actuado de cortafuego y que, más allá del calor, el humo y el susto, ni su taller ni la empresa de perfumes se han visto especialmente perjudicados.