«Encended las atalayas», dijo ayer el embajador cristiano desde la Torre al emisario que le anunciaba la llegada de las tropas de la media luna con la intención de conquistar la ciudad. El líder cristiano hizo una llamada de socorro a los habitantes de otros lugares y comenzó la batalla.

Así arrancaba la primera contienda de las fiestas de la caiptal de l'Horta Sud, que tuvo lugar en el marco de la «trabucà» y que, este año, incluyó una pequeña representación inicial como principal novedad. Los moros ganaron este primer asalto y custodiarán la emblemática Torre durante una jornada.

Tras la primera escenificación, en la que tomaron parte cerca de doce personas, las tropas de ambos bandos iniciaron el disparo de «trabucs». La capitanía de los cristianos representada por la filà «Cavallers Templaris del Mon Sagrat», está iderada por José María Martínez. Por su parte, el bando moro lo dirige la comparsa «Califats Sarraïns», con el recién estrenado como capitán, José Serer, que asume el mando por primer año.

Alrededor de 400 personas por bando participaron la tarde de ayer en esta tradicional celebración en la que uno de los mariscales cristianos era el portavoz socialista, Andrés Campos.

Doce cohetes de salida

La batalla se inició con la salida de 12 cohetes que dio comienzo al ritual de lucha. La «trabucà» contó con 80 festeros empuñando sus «trabucs». una cifra que ha aumentado respecto a años anteriores, según informa la Federació de Moros i Cristians de Torrent. Tras la cruzada de moros y cristianos a las órdenes José Serer y José María Martínez, respectivamente, los musulmanes se proclamaron vencedores de esta contienda dialéctica y de estruendo ante el ejército cristiano capitaneado por el alférez Raül Mil.

Finalmente tuvo lugar el Parlament, en el que los cristianos asumieron su derrota y dieron por perdida esta primera batalla a favor del bando contrario.

Las tropas de Jaume I se preparan ahora para recuperar la Torre en la batalla final que tendrá lugar esta tarde.