Un mes después de que nada ocurriera, la partida del Miracle de Alboraia sigue igual: antiguos solares abandonados y huertas productivas aplanados y cubiertos de tierra, parcelas valladas, cañas arrancadas que rebrotan y dunas desmochadas. Los terrenos a escasos metros de mar en el que tenía que haberse celebrado el festival Mare Nostrum presentan 31 días después casi el mismo aspecto que tenían aquel 8 de julio en el que la Generalitat informó contra la celebración del evento y el ayuntamiento no tuvo más remedio que negarle la autorización a la empresa organizadora. Según el ayuntamiento, la promotora ya está trabajando en «restituir los terrenos para que los agricultores puedan volver a cultivar allí».
Quienes también están igual son la mayoría de los 32 propietarios de parcelas de la partida del Miracle que alquilaron sus terrenos a Mare Music y que tendrían que haber cobrado el dinero el día antes de que empezase el festival. A día de ayer, y según confirmaron fuentes cercanas a los dueños del suelo, estos todavía no habían cobrado. Fuentes de la promotora aseguraron ayer que los últimos acontecimientos hasta que el festival pudo celebrarse el pasado fin de semana en la Marina Real les ha impedido realizar los pagos acordados en muchos casos, aunque también señalaron que varios dueños del suelo cobraron por adelantado.
Desde principios de este año, la empresa organizadora ofreció un alquiler de 400 euros por hanegada sin usar y 1.000 euros por hanegada en producción. Aún así, y según varios de los afectados, Mare Music llegó a ofrecer hasta 6.000 euros a la decena de propietarios que se habían negado a ceder sus terrenos. En un principio, ese dinero lo tendrían que haber recibido el miércoles 6 de julio los 32 propietarios que sí habían aceptado la ocupación de sus huertas o parcelas sin cultivar.
Hace unas semanas, justo cuando tenía que haberse celebrado el festival, ni los propios titulares de las parcelas tenían claro si iban a cobrar, pues podía depender de si existían cláusulas de exclusión por causas no imputables a la empresa. Mare Music aseguró ayer que estas posibles clausulas de exclusión no se contemplan y que todos los propietarios cobrarán el arrendamiento. Por otra parte, y según explicó Ana Bru, Mare Music está trabajando para que los huertos en producción que fueron cedidos a la promotora sean restituidos en condiciones para ser cultivados de nuevo, tal como también se comprometió la empresa con los agricultores y con el ayuntamiento. El acuerdo obliga a Mare Music a que esto suceda alrededor del 15 de agosto para que a partir de septiembre puedan volver a trabajar sus tierras.
En este sentido, agricultores consultados por este periódico aseguraron que el método usado para aplanar y enterrar las huertas dificultará que estas sean plenamente productivas en los próximos meses. «Habrá que trabajarlas mucho», aseguraron. También se trabaja en recuperar las acequias, e incluso el Síndic de Rascanya ha iniciado obras por su cuenta que se abonarán gracias al seguro de 1,2 millones que obligó a contratar a Mare Music.
