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Catarroja ve incumplimientos como para rescindir la concesión

Jesús Monzó, alcalde de Catarroja, es el que públicamente más ha mostrado su rechazo a los fotorrojos. Su municipio es el que tiene más cámaras —6— y registra más multas —16.512—. Si bien es la Mancomunitat la que gestiona y cobra las sanciones, Monzó anunció en junio que dejaría de firmar las que debe notificar su ayuntamiento. Ahora ante la negativa de la empresa a paralizarlo, el pleno de julio acordó instar a la Mancomunitat a rescindir de forma unilateral el contrato «por los incumplimientos manifiestos en los pliegos administrativos y técnicos». El munícipe apunta a que la empresa «se compromete a realizar cuatro cambios de ubicación de las cámaras al año en cada municipio y a nosotros no nos ha contestado». Sobre este asunto la gestora matiza que «un mínimo de uno y un máximo de cuatro se refiere a todos los fotorrojos instalados en todos los municipios». En este sentido, la Mancomunitat ha formulado una consulta al Consell Jurídic Consultiu. Además, Monzó insiste que varias de las sentencias dan la razón a los infractores. En una de ellas, el juez apunta que el «pliego de preinscripciones técnicas que rige el contrato previene la homologación y la verificación metrológica del equipo». Sin embargo, el director del Centro Español de Metrología certifica que los fotorrojos no están sometidos a ese control. «Alguien debe validar esas imágenes porque por si solas no tienen valor de prueba y queremos que la empresa certifique que no hay ningún tipo de manipulación», asegura el alcalde, que anuncia que «seguiré luchando» y lamenta «la falta de solidaridad de la oposición, los otros cuatro municipios y de la Mancomunitat». a. c. catarroja

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