Escola Valenciana aplaudió ayer la decisión de la junta de gobierno de Godella de anular el primer examen de una oposición a cinco plazas de auxiliar administrativo tras aceptar el recurso de un aspirante que alegó que no lo pudo realizar en valenciano. Angel Martí, de Escola Valenciana, admite que «sorprendió» el incidente ya que el consistorio que lidera Eva Sanchis (Compromís) lleva cinco años pactando con los sindicatos que los empleados tengan perfilado el requisito lingüístico. Para Martí, «es de justicia que se repita la oposición para defender el valenciano» y «se empiece de cero como deberían hacer muchos ayuntamiento y no lo hacen».
Por su parte, Roberto Benavent, el aspirante que presentó el recurso también se mostró «muy contento» por la anulación del examen y destacó el «apoyo de asociaciones y organizaciones que se han movido mucho», además de otros recursos que se presentaron después del suyo. Para el opositor, «es significativo que el ayuntamiento haya decidido repetir la prueba ya que entiende que fue un error que no estuviera en valenciano y no algo premeditado ya que es un consistorio que defiende el idioma y los derechos y tiene intención de promocionar el valenciano». Benavent asegura que de no haberse aceptado el recurso hubiera ido a un contencioso y anuncia que volverá a presentarse al examen. En el anterior suspendió.
