Un total de 356 tiradores acreditados (41 más que el pasado año) han participado esta madrugada en la Cordà de Paterna, un espectáculo que en 22 minutos y 40 segundos, y en un espacio de 180 metros de la calle Major, ha supuesto el disparo de unos mil kilos de pólvora en forma de 70.000 cohetes. Pese a ello, y a falta de que el ayuntamiento confirme datos oficiales en las próximas horas, no consta que se haya producido ningún herido de gravedad.

Minutos después de finalizar la Cordà, el alcalde Juan Antonio Sagredo (que, como en años anteriores, ha participado como tirador) ha destacado la importancia de las medidas de seguridad impulsadas este año para evitar en lo máximo el número de heridos. Como novedad de esta edición, los participantes han entrado al recinto del disparo tras superar un arco de seguridad y han lucido brazaletes con un chip que recoge información personal sobre el participante como nombres y apellidos y una foto identificativa.

La Cordà ha dado comienzo a las 01.32 horas del lunes cuando José Antonio Monrabal, Cotito, "coeter major" de Paterna, ha mostrada la bengala verde a los tiradores y encendido la traca. 22 minutos y 40 segundos después explosionaba el último cohete de un espectáculo que el propio Cotito ha calificado de "magnífico". El "coeter major" ha destacado las óptimas condiciones climatológicas en las que se han desarrollado los disparos, ya que la brisa que ha soplado desde la tarde ha disipado el humo que producían los cohetes y permitido a los participantes ver con claridad lo que hacían sus compañeros. "Hacía tiempo que los tiradors no disfrutábamos tanto de los cohetes como hemos disfrutado hoy", ha apuntado Cotito, para señalar a continuación que ha recorrido "tres veces la calle Major" durante la Cordà "y he visto como se estaba haciendo el fuego como Dios manda".

Monrabal ha destaco también el "trabajo de equipo" que se ha realizado durante todo el año tanto desde la organización, Interpenyes y el ayuntamiento, para conseguir llevar adelante esta tradición que opta al reconocimiento de fiesta de interés turístico nacional. "Y a partir de mañana comenzaremos a prepara la Cordà de 2017", ha asegurado. En el debate para el próximo año estará sin duda la posibilidad de paralizar el aumento en el número de tiradores y en la ocupación de cada vez más metros de la calle. "En algún momento habrá que poner un límite", ha reconocido el "coeter major".

El alcalde, por su parte, ha destacado la "rapidez" con la que se ha desarrollado la Cordà, aunque ha matizado que, en su opinión, los mejores disparos se han producido en los dos extremos de la calle Major.