Un dispositivo especial de treinta efectivos, formado por una decena de policías locales y siete patrullas de la Guardia Civil, controló al milímetro el último macrodiscomóvil celebrado la madrugada del miércoles en Almàssera. Tras los incidentes ocurridos el pasado sábado, el alcalde Ramón Puchades solicitó refuerzos a la Benemérita para evitar nuevos altercados, además de aumentar los agentes del cuerpo municipal. Al final de la noche el balance arrojó un par de peleas sin consideración y cinco detenidos, tres de ellos españoles.

El despliegue se centró en una primera fase en la estación de metro del municipio. Un cordón de vallas y agentes esperó a los bandas juveniles procedentes en su mayoría desde Valencia. Según fuentes policiales, se apearon unos 250 chicos y chicas que fueron identificados uno a uno. Durante el proceso los agentes se incautaron de varias armas blancas como machetes así como drogas blandas y botellas de vidrio. En las tareas de control participó un perro adiestrado de uno de los policías locales.

Además, según las mismas fuentes, algunos de los que pretendían asistir al macrodiscomóvill no bajaron en Almàssera al percatarse del amplio dispositivo. Por ello, se apearon en paradas siguientes como Meliana y acudieron andando por la antigua carretera de Barcelona hasta Almàssera. Los agentes les aguardaron en la entrada del municipio y realizaron nuevas identificaciones. En total fueron más de 400 los jóvenes identificados.

La segunda fase de control preventivo se desplegó en la Avenida Drets Humans donde se celebraba el discomóvil. La gran presencia de policías y guardia civiles evitó altercados como los del sábado en el que resultó herido un festero del pueblo al recibir un botellazo que le causó una brecha en la cabeza que precisó ocho puntos de sutura. Aun así se produjeron un par de incidentes de menor consideración que dejaron cinco detenidos, tres de ellos de nacionalidad española, y una policía herida por contusiones.

El alcalde agradece el esfuerzo

El alcalde Ramón Puchades quiso agradecer «el esfuerzo realizado por los agentes de la Policía Local» y también tuvo «palabras de elogio para el servicio prestado por la Guardia Civil». Además, apuntó que lo sucedido el sábado «debe frenarse y no podemos convertir en moda o tendencia que un grupo tan numeroso de jóvenes vaya a reventar las fiestas de los pueblos».