La polémica en torno al acto de la cabalgata de Albal ha acabado en el juzgado. El alcalde Ramón Marí ha presentado una demanda de conciliación contra los representantes legales de la coalición Avant por «la campaña de desprestigio» lanzada en las redes sociales durante el mes de agosto tras los festejos mayores.

El detonante del enfrentamiento fue el rechazo de algunos vecinos al cambio de itinerario de la tradicional cabalgata del 27 de julio, tras 50 años discurriendo por el mismo trazado. La decisión del consistorio venía motivada por un informe de la Policía Local que lo consideraba peligroso en algunas calles. Durante el desfile un pequeño grupo de residentes protestó la decisión municipal mientras pasaba el alcalde en una de las carrozas, al que le lanzaron confetis. Avant difundió un vídeo en el que habían «pillado» a Ramón Marí «lanzando objetos» a los que protestaban. El mandatario negó las acusaciones, pese a que se aprecia que tira algo de pequeño tamaño. «Este hecho fue grabado y aprovechado por Avant para, una vez manipulado, difundir el vídeo con descalificaciones hacia el alcalde», informa el ayuntamiento.

Marí requiere en el juzgado «una rectificación pública por los calificativos incorrectos e insultantes utilizados en el video» e insta a Avant a «reconocer que conocía los informes policiales que desaconsejaban por motivos de seguridad el paso de la cabalgata por las calles» y que «aun así iniciaron una campaña contra el alcalde y el equipo de gobierno con el único fin de desprestigiarlos». Marí advierte que si no hay rectificación pública presentará una querella penal.«La intención es parar el todo vale que ha iniciado este grupo político con tal de hacer daño a la imagen del alcalde, ya sea mintiendo, manipulando, difamando o poniendo en riesgo la integridad de los vecinos», concluyen.