El Ayuntamiento de Meliana, a través de la Diputación de Valencia, ha comenzado a girar los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles en agosto. El gobierno local defiende que en la mayoría disminuye la cuantía. La excepción son los que afectan a viviendas con valor catastral inferior a 44.798 euros, «que no habían sufrido la penalización durante los años del 2012 al 2015», que suponía el aumento del 6% «que aprobó para Meliana el Gobierno de Rajoy, dentro de las medidas para reducir el déficit fijado por la UE.

La primera teniente de alcalde y edila de Hacienda, María Pilar Asensio, la bajada del IBI supondrá recaudar unos 65.000 euros menos y percibir un total de 2,57 millones de euros.

La edila recalca que la previsión del gobierno local es «continuar reduciendo la presión fiscal de manera progresiva» hasta situar el coeficiente del IBI en el 0,69%.

Según el Ministerio de Hacienda, entre 2008 y 2014, los ingresos por el IBI aumentaron un 56% al pasar de 1,8 a 2,9 millones. «La presión impositiva en Meliana en plena crisis económica fue desproporcionada y hay que situarla en términos más razonables».