El alcalde de Paterna Juan Antonio Sagredo y el portavoz de Compromís, Juanma Ramón, presentaron ayer el nuevo acuerdo de gobierno que han alcanzado ambos grupos municipales para gestionar el ayuntamiento hasta 2019, aun quedándose a un concejal de la mayoría absoluta (el bipartito sumará 12 regidores frente a los 13 de PP, C's, Sí Puede y EUPV).

Ahora solo falta que las asambleas locales de ambos partidos den el próximo jueves su visto bueno al bautizado como «Acord del Batà», un pacto que subraya como prioridades «la creación de empleo, la protección de las personas, la participación ciudadana y el fomento de las tradiciones, la cultura y el fuego». En cambio, el acuerdo no nombra ni una sola vez a Puerto Mediterráneo, proyecto impulsado por el anterior gobierno del PP que junto a la Zona Franca (al que ya se ha dado carpetazo) constituyó en 2015 el principal escollo para que socialistas y Compromís no alcanzaran un acuerdo de gobierno tras las elecciones municipales.

En este sentido, mientras que los socialistas hasta ahora han defendido de forma más o menos velada las virtudes y beneficios del proyecto, Compromís (al igual que Podemos y EUPV) siempre se ha mostrado radicalmente en contra. Ayer, al presentar el pacto de gobierno, fue Sagredo, y sin que nadie se lo preguntara, el primero en adelantar cuál iba a ser la postura del nuevo bipartito paternero: Es la Generalitat la que tiene la útima palabra y «cuando tome la decisión la Generalitat, tomaremos las decisiones que haya que tomar».

Juanma Ramón tampoco aclaró mucho más al respecto y justificó el hecho de que el pacto obvie el macroproyecto en que «lo que no queríamos es que la urgencia de un gobierno estable tuviera que esperar por los delirios de un promotor británico». Es decir, ambos partidos parecen haber dejado a un lado sus diferencias respecto a Puerto Mediterráneo para poder alcanzar el acuerdo. Eso sí, ante la insistencia de los periodistas el líder de Compromís subrayó que el acuerdo alcanzado con el PSOE sí establece la protección del barranco d'Endolça, un cauce fluvial que Intu-Eurofund, promotora del centro comercial, pretende desviar. Además, y habida cuenta del último informe de la Conselleria de Obras Públicas que considera «inadecuada» la propuesta de accesos remitida por Eurofund, el equipo de Juanma Ramón parece convencido de que finalmente el proyecto no saldrá adelante (a finales de septiembre se enfrentará al dictamen del comité de Evaluación Ambiental), algo que le ahorraría tener que dar muchas explicaciones a los miembros de su partido más contrarios al proyecto y que ayer mostraron su sorpresa por la ausencia alguna referencia explícita al mismo en el acuerdo.

«Todos hemos hecho sacrificios»

Otro de los asuntos en los que ni PSOE ni Compromís han aclarado de momento (ni en el pacto ni en la rueda de prensa de ayer) es el de la redistribución de recursos tras doblar el número de concejales en el equipo de gobierno (pasa de 6 a 12) y si aumentarán las dedicaciones y los asesores. Sagredo aseguró que el coste económico del nuevo gobierno local «apenas se incrementará». También han señalado que ambas formaciones «han tenido que hacer sacrificios», al parecer refiriéndose al número de liberados y asesores, aunque de momento no han dicho cuáles.

Cabe recordar que en julio de 2015, tras fracasar las negociaciones de gobierno con Compromís, el PSOE alcanzó un pacto con PP y C's por el que cinco de los seis ediles socialistas „Sagredo y sus cuatro tenientes de alcalde„ obtuvieron dedicación exclusiva, mientras Compromís sólo obtenía dos. Pero a partir de ahora la coalición valencianista llevará tres tenencias de alcaldía, una de las cuales (la de desarrollo humano y políticas inclusivas) gestionará Juanma Ramón. El portavoz de Compromís trabaja actualmente como asesor en la diputación y aún no ha decidido si mantendrá este puesto o se dedicará exclusivamente a la gestión municipal.

Prioridad para el presupuesto

En la rueda de prensa de ayer, Sagredo anunció que el primer asunto que abordará el nuevo bipartito es el del presupuesto. En diciembre de 2015 el gobierno socialista tuvo que retirar su proyecto económico ante la falta de apoyos. Ahora, y tras las negociaciones realizadas, sí cuenta con el respaldo de Compromís, aunque aún le hará falta otro voto para salir de la situación de «prórroga» en la que se encuentran las cuentas.