La Empresa Mixta Metropolitana (Emimet) „participada en un 70 % por Aguas de Valencia y por la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) en un 30 %„, tiene previsto invertir algo más de 121 millones de euros para evitar cortes de agua en la Red Metropolitana de Abastecimiento, que da servicio a cerca de 1,6 millones de personas, y garantizar la demanda futura. La solución pasa por conectar la planta potabilizadora del Realón, en Picassent (que se abastece del canal Júcar-Túria), y la de la Presa, en Manises (que también se abastece de este canal, y en menor medida del río Túria y de varios pozos) a través de un sistema de canalizaciones.
Este sistema se desarrolla en tres etapas. La primera es una nueva aducción (o conducto) desde la Presa de Manises a Valencia, obra que ya está en marcha y que tiene un coste previsto de 84,85 millones de euros. La segunda es el refuerzo de la aducción desde la planta de El Realón, en Picassent, hasta Albal (pasando por Alcàsser y Catarroja), que supondrá una inversión de 9,28 millones. Y la tercera obra es la de la interconexión de aducciones entre las dos plantas potabilizadoras y l'Horta Nord, en la que la inversión asciende a 27,6 millones.
Así pues, un proyecto con un coste total de 121,73 millones de euros que deberá estar acabado en 2021 y que se financiará a través de la factura del agua de los usuarios de l'Horta y Valencia. «El incremento dependerá de muchas cosas. Pero su impacto en la factura será mínimo mientras que su impacto en la mejora del servicio será enorme», aseguraron fuentes del Emshi.
Explica la entidad metropolitana que, en el caso de que ahora hubiese una avería en la planta de Picassent, las aducciones de la planta de Manises son «insuficientes para atender la totalidad del consumo» e incluso también son insuficientes «para atender la demanda futura de abastecimiento en condiciones normales de suministro». «La mayoría de infraestructuras han envejecido, son de las décadas 50 y 60 y están hechas con material que ha quedado obsoleto. Cada rotura provoca un riesgo importante de desabastecimiento», explican. Desde el año 2000 se han contabilizado 42 fugas o roturas por el mal estado de la red que han provocado cierres de suministro y han dejado sin agua a miles y miles de personas del área metropolitana durante 24 o 36 horas.
Para evitarlo, Emimet construye una nueva aducción (doble) desde la planta de Manises hasta Mislata y su interconexión con la tubería procedente de Picassent. La primera fase de la conducción de agua entre la Presa y Mislata es un tramo de 1,8 kilómetros que termina en el polígono la Cova de Manises, que costará 14,85 millones y que empezará a funcionar en diciembre. El segundo tramo de esta fase termina a la altura de la N-320 y supone una inversión de 23,7 millones. Actualmente se están expropiando 64 parcelas para llevar a cabo las obras. El tercer tramo termina en Mislata, mide 5,2 kilómetros y su importe es de 46,3 millones.
También está ahora en expropiaciones la segunda fase del proyecto, la del refuerzo de la conducción entre la planta potabilizadora de Picassent hasta el núcleo urbano de Albal para «mejorar las condiciones del servicio, de la garantía y flexibilidad del suministro y de la capacidad de transporte de agua potable en l'Horta Sud». El nuevo acueducto de 5.500 metros implicará una inversión de 9,28 millones de euros.
Al mismo tiempo, y con el fin de incrementar la zona abastecida por las dos plantas potabilizadoras (sobre todo la de la Presa) Emimet enlazará con una tubería de 4.700 metros a la altura de Mislata y Xirivella las conducciones provenientes de Manises y Picassent. «La conducción actual de la red impide que el abastecimiento de agua pueda realizarse en las condiciones adecuadas „explica la Emshi„. Con esta inversión (de 27,6 millones de euros) se pretende superar esta limitación y, en caso de parada o avería en tuberías desde una de las plantas potabilizadoras se pueda abastecer desde la otra a la mayoría del área metropolitana».
