Dieciocho términos del entorno del parque natural de l'Albufera han empezado a quemar ya la paja sobrante de la cosecha del arroz tras admitir el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Alvaro, que la decisión se adopta porque no hay todavía «alternativas viables» que permitan la retirada de esos restos.

Un año más las autoridades autonómicas, atendiendo a AVA-Asaja, otras organizaciones agrarias y poblaciones como Cullera, vuelven a optar por la quema lo que ha tensado las relaciones entre ecologistas y el equipo de la consellera Elena Cebrián (Compromís) y Alvaro (Els Verds-Equo). Acció Ecologista-Agró reclamaba hace unos dias, recordando que forma parte de las Junta Rectora del Parque Natural de la Albufera de Valencia, informes y estudios técnicos que justifiquen la conveniencia de la quema. Conselleria, por su parte, ha vuelto a esgrimir la medida para evitar la producción de aguas anóxicas. La columna de humo se elevaba ayer, de nuevo, por toda el área metropolitana.

Desde la una del mediodía hasta las seis de la tarde se podrán hacer quemas autorizadas, aunque deberán quedar totalmente extinguidas a partir de esa hora haciéndose responsables de posibles perjuicios el autor. La Generalitat ha recordado que, por ley, en aquellas parcelas colindantes o con una proximidad menor de 500 metros de terreno forestal en los días y zonas en los que el índice de peligro de incendios sea extremo (nivel de preemergencia 3 por riesgo de incendios forestales) se suspenderá el permiso.

En cuanto a las posibles molestias a los residentes cercanos a la Albufera y a la seguridad del tráfico aéreo, esta autorización se suspenderá los días en que las condiciones meteorológicas así lo aconsejen, por lo que se evaluarán y comunicarán las condiciones a los ayuntamientos.