La ampliación de periodo para presentar alegaciones al Plan de Actuación Territorial (PAT) de l'Horta hasta el 31 de octubre será aprovechada por varios ayuntamientos de l'Horta Nord para proponer a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Territorio la introducción de diversas modificaciones, la mayoría de ellas referentes a la protección de suelo en los que estaban previstos desarrollos urbanísticos, como es el caso del Puig de Santa Maria, Massalfassar o la Pobla de Farnals. Otros ayuntamientos, como el de Alboraia, propondrán cambios en el nivel de protección de algunos parajes o, en el caso de Almàssera, el tipo de usos o construcciones permitidos en las zonas de huerta. Y los hay, como los de Puçol, Bonrepòs y Massamagrell, que aprovecharán el receso para estudiar bien el anteproyecto con técnicos y comisiones de urbanismo, por si también tienen que alegar.
Quizá el Ayuntamiento del Puig de Santa Maria, gobernado por una coalición formada por PSPV y Compromís, es el más contrariado por la decisión de la conselleria de conceder la calificación de Huerta Protegida de grado 3 a gran parte del suelo no urbanizado de los municipios de l'Horta Nord situados sobre el eje de la antigua carretera de Barcelona. Ya en abril el gobierno local PSPV-Compromís anunció alegaciones al PATH tras conocer que desclasificará el suelo urbano del paraje de Els Plans, donde desde hace más de una década se han previsto varios proyectos con cientos de viviendas e incluso campo de golf. Se trata de un área de marjal y antiguas huertas de 2,5 millones de metros cuadrados situada entra la V-21 y la playa donde en el año 2002 el ayuntamiento aprobó una urbanización de 6.200 viviendas y un campo de golf, y que protegía 600.000 metros cuadrados de marjal.
Pero ayer la alcaldesa Luisa Salvador advertía que los reparos de su gobierno al PATH impulsado por la conselleria que dirige María José Salvador no se limitan a la imposibilidad de desarrollar el PAI de Els Plans por proteger una zona «que ya no se puede aprovechar para uso agrícola», sino a la limitación del crecimiento del municipio. Como en otras localidades, el anteproyecto dibuja en el Puig una «zona rural común» (susceptible de desarrollo urbanístico en función de lo previsto en PGOU), pero la alcaldesa entiende que la cantidad de suelo del término incluido como zona de huerta protegida impide el futuro desarrollo del pueblo. «No podremos hacer nada», señaló Salvador.
Respecto a Massalfassar, el alcalde Carles Fontestad señaló ayer que tiene previsto reunirse la próxima semana con los técnicos de la conselleria para aclarar la situación de la Unidad de Ejecución 5, un área de 42.000 metros cuadrados situada junto a la V-31 en la que desde hace años un promotor tiene proyectada la construcción de una zona comercial similar a la del Manar, situada a escasos metros. Según el anteproyecto que maneja Territorio, esta área figura como «pendiente de resolver programa». «Es un proyecto que se puso en marcha hace cuatro años, pero aún no se ha hecho nada ahí por cuestiones administrativas», subraya Fontestad. «Anular ahora ese PAI por cambiar el nivel de protección puede suponernos una demanda importante», advirtió.
También para la Pobla de Farnals el anteproyecto del PATH incluye un área «pendiente de resolver» pero con el grado 3 de Huerta Protegida. Está situada también junto a la V-21 y allí el ayuntamiento prevé un desarrollo urbanístico en forma de polígono. «Es una zona degradada, que hace muchos años que no tiene ningún uso agrícola y que es nuestra única posibilidad de expansión industrial „señala el alcalde Enric Palanca„. Esperamos que la conselleria acabe permitiendo esta posibilidad». Por otra parte, la Pobla apoyará la alegación del Puig sobre Els Plans ya que este proyecto incluía la ampliación del Camí la Mar, un vial que se utiliza para acceder a las playas del Puig y la Pobla y que, según Palanca, sería necesario desdoblar ante la intensidad del tráfico que recibe. Además, el consistorio poblatano quiere averiguar en qué medida afecta la protección del Molí de Capa, que también se incluye en el PATH, al proyecto de ampliación del cementerio municipal.
Y en Alboraia, el consistorio pretende alegar ante la inclusión en término de Valencia de la única Zona Rural Común para ampliar la zona residencial del casco urbano alborayense. «Lo lógico es crecer dentro de nuestro término, así que hemos pedido que trasladen esa zona a la Riquera», señaló la edila de Urbanismo, Ana Bru. Alboraia también demandará que se mantenga como Parque Pública el paraje de Els Peixets, que el PATH considera Espacio de Valor Natural. El objetivo del consistorio, según señala Bru, no es disminuir el grado de protección del paraje sino permitir que pueda computar como zona verde.
