Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Urbanismo

Catarroja espera la sentencia de un recurso de Llanera para cambiar el PGOU

El consistorio quiere devolver la protección a la huerta y acabar con la sombra de Nou Mil·lenni. En Albal, la crisis dejó seis PAI inacabados a falta de la conexión eléctrica para poder construir

La década de la burbuja urbanística y el drástico freno posterior del sector de la construcción han dejado en la comarca, no sólo un paisaje de construcciones inacabadas o urbanizaciones fantasma en varios puntos, sino también problemas de planeamiento difíciles de resolver, que llevan aparejados procesos judiciales o largas tramitaciones administrativas en los consistorios.

El ejemplo más claro es el de Catarroja. En octubre de 2011 el Tribunal Superior de Justicia tumbaba el macro PAI de Nou Mil·leni, que contemplaba la construcción de 12.000 viviendas en la huerta, porque el proyecto no garantizaba el suministro de agua. Durante la tramitación del plan urbanístico el ayuntamiento del PP modificó el PGOU para convertir una pastilla de suelo rústico de 1,6 millones de metros cuadrados en urbanizable. En abril de 2014, el Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación que presentó la Generalitat, cuya empresa mixta formada por el Ivvsa y Llanera impulsó el plan.

Con el fallo del alto tribunal se dio carpetazo al PAI, pero no definitivamente. Llanera presentó por su cuenta otro recurso que de momento no está resuelto. Por ello, el nuevo equipo de Gobierno formado por Compromís y PSPV no ha modificado el PGOU para devolver la protección a la huerta, para evitar que la promotora lo use como argumento legal en un proceso judicial. Además, el hecho de que la modificación del PGOU siga pendiente de aprobación impide que esa pastilla de terreno se incluya de forma definitiva en el Plan de Acción Territorial de l'Horta del Consell.

En Alaquàs, un enorme socavón al que hubo que ponerle un vallado de seguridad lleva casi una década abandonado. Pertenece a una promoción de pisos que impulsó una de las empresas mixtas del Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) y que nunca llegó a ejecutarse. En la pasada primavera, la firma fue desmantelada por el gobierno autonómico y la propia consellera María José Salvador acudió a la fiscalía a denunciar las actividades de esa firma, en lo que se refiere a cambios de accionariado sin autorizar y otras operaciones económicas. Fuentes municipales indican que, por el momento, no hay ningún proyecto de reemprender esa obra, por la que el consistorio tuvo que pelear hace años para que se devolviera a los adjudicatarios de los pisos el dinero que habían adelantado.

En Albal, actualmente hay un total de doce planeamientos pendientes de desarrollar. De ellos, cuatro son residenciales en diferentes puntos, cuyas obras de urbanización están acabadas aunque está pendiente la conexión eléctrica, informan fuentes municipales. Uno de estos PAI residenciales es el situado junto al Camí de les Corregudes que linda con Catarroja.

Además, hay un planeamiento terciario „el del llamado polígono Juan Peris„ y otro de tipo industrial „situado en el Braç del Vicari„ que están en la misma situación, a la espera de la conexión de luz. «En la mayoría el problema es que los urbanizadores no tienen fondos suficientes para afrontar el gasto que supone», explican las mismas fuentes.

Asimismo, en Albal existen otros cinco pequeños sectores industriales situados junto a la pista de Silla, con industrias consolidadas desde hace décadas y a la espera de completar todos los servicios. Una situación similar es la que se da en la unidad de ejecución 10.1 de la población, cuya urbanización está «temporalmente suspendida» aunque ahora existe actividad industrial en funcionamiento.

Compartir el artículo

stats