Los consistorios de las principales ciudades de l'Horta han aprobado en los últimos años medidas con el objetivo de facilitar que los hosteleros la instalación de terrazas, bien rebajando las tasas o bien flexibilizando las condiciones. Es el caso de Torrent, que ayer anunció la segunda bajada del tributo general de este concepto en dos años, con lo que el pago se ha reducido a la mitad.
En la capital de l'Horta Sud más de 230 establecimientos tiene concedida licencia de terraza. El precio depende del barrio y de si está en la acera o en la calzada. En la anterior época socialista era gratis pero el Partido Popular aplicó las tarifas. En 2015 el consistorio ingresó 110.000 euros mientras que en 2017 serán unos 60.000 tras el descuento prometido en la campaña electoral. Además, la ordenanza permite flexibilidad en el número de mesas a poder colocar en el espacio delimitado, no como hasta ahora que iba en función de los metros cuadrados que pagaba cada local.
En Catarroja, el gobierno local trabaja en una nueva ordenanza que integre las condiciones técnicas y las fiscales, que hasta ahora no existía, y la propuesta del ejecutivo „en minoría„, es ofrecer la posibilidad de pago fraccionado. En la población hay 131 locales, 55 carpas y 60 terrazas.
En Alaquàs, donde hay 100 bares y cafeterías y el 95% tiene terraza, se aprobó en 2015 la renovación automática para evitar trámites y una bonificación de hasta el 50% asociada a la contratación de camareros. En Xirivella, con 105 locales hosteleros y 57 terrazas „que aumentan en verano„, se estableció una bonificación del impuesto de actividades para pequeños negocios de nueva creación. En Mislata, en verano se permite que los establecimientos que no tengan espacio en la acera, puedan utilizar la calzada. Una situación que también se da en Burjassot, con 124 bares y 80 terrazas. Según su alcalde, Rafa García «para que los negocios no vean mermados sus ingresos, se modificó la ordenanza para que en los lugares en los que las aceras no dieran de sí para albergar las terrazas se pudiera ocupar la calle».
En Silla, el pleno aprobará en breve la segunda rebaja de la tasa de la legislatura, con lo que se situará en un 25% de bonificación. Y en Aldaia, con 173 locales y 90 terrazas, el consistorio recuperó el año pasado la exención de pago para las dos primeras mesas.
En la costa
En l'Horta Nord una de las tasas más bajas la impone la Pobla de Farnals, donde los 32 establecimientos con terraza (17 en el casco urbano y 15 en la zona de la playa) pagan 10 euros al año por cada metro cuadrado . Según el alcalde Enric Palanca (PSPV), el precio lo impuso el gobierno del PP para compensar la ley antitabaco de 2011. Aunque lo considera excesivamente bajo, reconoce que este precio, además del control policial, ha contribuido a regularizar la ocupación de suelo. «Ya no hay apenas bares que aparcan coches y los retiran por la noche», señala.
Alboraia y Puçol son otros dos municipios con núcleo costero que tampoco hacen distinciones para tasar el metro cuadrado de terraza ni tienen intención de modificar las tarifas. En Alboraia 80 establecimientos pagan 30 euros al año por ocupar cada metro cuadrado de suelo público. En Puçol hay 52 negocios que pagan por sus terrazas, siete de ellos en la zona de playa. La tarifa se calcula por número de mesas y sillas, y distingue si es temporada alta o baja, si lo que se ocupan son aceras o calzadas y si son restaurantes, bares o cafeterías. La ordenanza se ha modificado para obligar a los locales a colocar un cartel indicando el número de mesas y sillas autorizadas.
