El Ayuntamiento de Picanya ha iniciado el expediente para rescindir de forma unilateral la concesión del aparcamiento subterráneo del Mercado Municipal ante el incumplimiento de la gestora en el servicio. Ahora, el consistorio que encabeza el socialista Josep Almenar rescatará el área de estacionamiento para ofrecer una asistencia adecuada.
El aparcamiento público, inaugurado en febrero de 2007, cuenta con 290 plazas repartidas en dos plantas. El ayuntamiento adjudicó el servicio a la única empresa que se presentó al concurso. La obra corrió por cuenta de la concesionaria a cambio de la explotación durante décadas. El gobierno local pretendía con el proyecto aliviar los problemas de estacionamiento en la zona y ofrecer un servicio a los usuarios del mercado municipal. La gestora puso a la venta la mitad de las plazas a un periodo de 75 años, circunstancia que influyó y apenas se vendieron. El resto se ofertaban con alquiler mensual, estas si tienen cierta demanda, y en rotación durante las 24 horas.
Ahora, nueve años y medio después de su apertura el ayuntamiento va a rescatar la concesión. De momento, el alcalde Josep Almenar no pudo avanzar el sistema de gestión que utilizarán pero sí afirmó que el objetivo «es dar un servicio de garantías y no lo que había ahora». En la actualidad el aparcamiento solo contaba con unas setenta plazas ocupadas.
El consistorio ha decidido la rescisión unilateral en base a una resolución jurídica del juzgado a su favor y que le cubre las espaldas en caso de que la empresa emprenda acciones legales en busca de una indemnización.
En este sentido, el alcalde también ha encargado los correspondientes informes a los servicios técnicos, económicos y jurídicos para fijar definitivamente los perjuicios ocasionados al ayuntamiento ante el abandono de las instalaciones por parte de la concesionaria.
