«Cambiamos de formato y de nombre. Dejamos de ser Marenostrum Music Festival y ahora somos Marenostrum Experience». Bajo el paraguas del «experience» cabe de todo: competiciones deportivas en la playa, exposiciones, paseos a caballo por la huerta, degustaciones gastronómicas, mercados medievales, teatro... Y música, claro, aunque en menos cantidad que en ediciones anteriores, incluida la que finalmente no se llevó a cabo el pasado julio en el paraje dels Peixets por su afección a la zona de Costa protegida.
La promotora Mare Music confirmó ayer la información adelantada por Levante-EMV respecto a su intención de seguir apostando por Alboraia para celebrar el festival Marenostrum pero con cambios sustanciales. Entre ellos, el traslado de las actuaciones de los DJ al aparcamiento del centro comercial Alcampo „situado al otro lado del barranco del Carraixet, calificado como suelo urbano, de propiedad municipal y, por lo tanto, sin problemas legales para acoger este tipo de eventos„ y la utilización de Els Peixets como zona de acampada.
Mare Music también confirmó a este periódico que el evento que quiere organizar en 2017 (y que ya ha presentado a los partidos políticos de la localidad) incluirá una serie de actividades ajenas a las actuaciones musicales. De hecho, los promotores señalaron ayer que su intención es que los conciertos tengan lugar cuando los negocios del área comercial de Port Saplaya hayan cerrado. Es decir, el sábado por la noche y el domingo. Por lo tanto, muchas menos horas de música de las que estaban previstas para el festival de este año, que iba a iniciarse el viernes por la noche y acabar en la madrugada del lunes.
De esta forma, lo que quiere Marenostrum es contar con el visto bueno de las dos principales empresas que operan en este parque comercial „Alcampo y Leroy Merlín„ y entre cuyas instalaciones los organizadores quieren situar el escenario y el recinto para el público, con los altavoces situados de cara al mar para evitar al máximo las molestias a los vecinos por la música. En este zona del aparcamiento al que la empresa quiere trasladar el festival existe una gasolinera que quedaría dentro (o, al menos, muy cerca) del público y los DJ. Mare Nostrum aseguró ayer que ya ha estudia la forma de hacer compatible su presencia con las actuaciones y que ha acordado con la empresa que explota la estación que será la encargada de suministrar el combustible de los grupos electrógenos.
Sobre la zona de acampada, la promotora asegura que las huertas en producción de la partida del Miracle no se utilizarán y los «nostrumers» colocarán sus tiendas de campaña en unos campos de alfalfa cercanos a la ermita. Mare Music afirma que el grado de protección del paraje permite el alojamiento allí de campistas.
Con menos peso de la música, el objetivo de los organizadores es ofrecer una especie de «pack vacacional» de ocho días, que incluya las entradas a las actuaciones pero también actividades musicales, culturales, de gastronomía y de ocio que atraigan a un tipo de público «más amplio» que el que ha tenido hasta ahora el festival.
