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Las torres necesitadas de restauración

Las torres de la comarca, principalmente de época andalusí, es la tipología de monumento más valioso con el que contamos en l'Horta. En algunos casos, como en los de Paterna, Albal, Silla o Espioca (Picassent), éstas fueron restauradas durante el siglo XX con inadecuados criterios y materiales como el mortero de cemento que, en general, ha quedado visto en sus fachadas e interiores. Debido a ello, éstas necesitan de nuevas actuaciones de restauración que resuelvan los problemas generados en estas intervenciones, principalmente por este material en sus paramentos, y garanticen su estabilidad frente a nuevos daños que presentan.

En el caso de Paterna, estas reparaciones con mortero de cemento se realizaron en su rehabilitación de entre 1970 y 1971 por el arquitecto del Ministerio de la Vivienda Ramiro Moya. Además, actualmente también presenta nuevos desperfectos en sus fachadas, concretamente en su cara norte como desconchados por humedad en su base, incorrectas reparaciones con motero de cemento, incluso con ladrillos modernos y se encuentra ennegrecida.

La Torre andalusí de Albal, en 1985 se encontraba en un avanzado estado de deterioro, por lo que fue restaurada exteriormente con mortero según el proyecto del arquitecto José Luis Zanón Monfort. Durante esta actuación se urbanizó su entorno y en la búsqueda de darle una imagen idealizada y romántica, se reconstruyó su coronación con merlones y se derribó una casa que tenía adosada para «liberarla».

En Silla, su torre andalusí fue restaurada a principios de los 80, siguiendo el proyecto del entonces arquitecto municipal Rogelio Jardón Laffaya. Aunque en este caso la consolidación de sus fachadas se resolvió mediante un acabado de mampostería y ladrillo y de mampuestos de piedra rejuntados con mortero de cemento. Este último acabado además se repitió en las paredes y las bóvedas del interior de su segunda planta.

La Torre de Espioca en Picassent, fue intervenida por última vez con anterioridad a 1960, cuando sufrió algunas reformas impropias en estado de ruina, como la reconstrucción de su coronación con mampostería y merlones de ladrillo. Actualmente es uno de los monumentos más amenazados de la comarca debido a las importantes grietas que presentan sus fachadas, la ausencia de forjados interiores que le darían una mayor rigidez y el socavón que presenta en la esquina sureste de su base. Por ello, además de las actuaciones urgentes proyectadas recientemente, necesita la instalación de un estabilizador que garantice su integridad hasta que llegue su restauración integral.

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